La energía nuclear en España: centrales, minas y cementerios.
Energia nuclear na Espanha: plantas, minas e cemitérios.
El momento es clave para exigir un calendario de cierre y desmantelamiento de las centrales nucleares en la península ibérica, pero también para vigilar la gestión de los residuos y evitar que se desarrollen nuevos proyectos mineros para la obtención de uranio.
Central nuclear de Almaraz (Cáceres)
Entre 2020 y 2024 expiran todos los permisos de funcionamiento de las centrales nucleares españolas, por lo que los dos próximos años son fundamentales para evitar que estos se extiendan y poder influir en la configuración del sistema eléctrico en nuestro país. Ante la amenaza que supone el mantenimiento de un parque nuclear envejecido, hemos renovado el espíritu de las protestas de oposición a este tipo de energía que surgieron en los 70 y 80, cuando comenzaron a construirse esas centrales nucleares, para librarnos de esta amenaza de una vez por todas en la península ibérica.
Por ello hace tres años constituimos el Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA), que se enfrenta a enormes desafíos en estos próximos años. Entre ellos, la organización del próximo Foro Social Mundial Antinuclear, que se celebrará en Madrid en junio de 2019.
La actitud más política que técnica y poco rigurosa del Consejo de Seguridad Nuclear aumenta el riesgo que suponen los reactores cada vez más envejecidos y con mayores problemas. Como se ha demostrado claramente en los accidentes de Chernobil y Fukushima, del que se conmemora su 7º aniversario este 11 de marzo, la radiactividad no se frena en las fronteras entre países. Ni resulta ser tan segura, tan barata y tan limpia como nos la han vendido. 7 años después, muchas familias aun no pueden volver: el mar, la tierra y el aire están altamente contaminados. Aun así, las autoridades japonesas insisten en su reapertura. Por esta razón, las actividades nucleares españolas amenazan tanto a Portugal como al resto de Europa.
Nuestros esfuerzos estos años se han centrado en Almaraz. Los dos reactores de la central nuclear situada en la provincia de Cáceres, con unos 2100 MW de potencia, están ubicados a unos 100 km de la frontera, por lo que un escape podría alcanzar tierras portuguesas a través del aire o del agua del Tajo.
El mantenimiento de las nucleares requiere de un aumento de la minería del uranio y existe también la posibilidad de que la empresa australiana Berkeley abra una mina a cielo abierto en Retortillo (Salamanca), también conectado con Portugal por el río Yeltes, que desemboca en el Huebra y este a su vez en el Duero. La apertura de esta mina depende de que se produzca un relanzamiento nuclear que provocaría un aumento de los precios del uranio. Los residuos radioactivos —todavía sin una solución definitiva a su gestión— de alta actividad son otro problema sin resolver para la industria nuclear española y mundial.
Proyectos de Berkeley Minera en Salamanca y Cáceres.
En el Estado español se está intentando construir un cementerio nuclear centralizado desde 1986, sin que hasta hoy se haya conseguido. Desde 2004, la estrategia es construir un cementerio nuclear temporal en superficie y en seco, conocido como Almacén Temporal Centralizado (ATC), y depositar allí los residuos procedentes de todas las centrales nucleares españolas hasta que se tome una decisión final sobre la gestión.
Según los planes oficiales, esta instalación debería haber entrado en funcionamiento en 2010, pero todavía no han empezado las obras. En la actualidad, el emplazamiento candidato está en Villar de Cañas (Cuenca), pero los terrenos han sido protegidos ambientalmente por el Gobierno autonómico de Castilla-La Mancha, ampliando una ZEPA (zona de especial protección para las aves), si bien esta protección está recurrida en los tribunales por el Gobierno del PP.
Además, el Gobierno de Castilla-La Mancha prohibió la modificación de las normas urbanísticas presentadas en un Plan de Ordenación Municipal (POM) por el Ayuntamiento de Villar de Cañas, recurriendo ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha y emitiendo este una sentencia avalando la prohibición del POM. En estos momentos, por tanto, no es posible ni continuar con la emisión de permisos para construir el ATC ni mucho menos empezar las obras.
Después de 8 años de resistencia, lo consideramos una victoria más de la lucha del movimiento antinuclear frente a un nuevo intento de construir el cementerio nuclear. Se suma así a todas las luchas que se han producido desde que la industria nuclear lo intentó por primera vez en 1986, con la aprobación del Proyecto IPES en Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), también muy cerca de Portugal.
Por este retraso en la construcción del ATC, todas las centrales españolas tienen ya Almacenes Temporales Individualizados (ATIs) o planes para construirlos. Además de la construcción de ATIs, la no construcción del ATC ha hecho que los residuos radiactivos procedentes de la central de Vandellós I sigan en Francia, en La Hague. Estos residuos se enviaron allí para extraer el plutonio que contenían, al ser utilizable para fabricar bombas atómicas y estar sujeto a salvaguardias.
Pero, además de la construcción del ATC, la prolongación del funcionamiento de las nucleares hace imprescindible la ampliación de la capacidad de almacenamiento de residuos de muy baja, baja y media actividad. En estos momentos, estos residuos se envían al cementerio nuclear de El Cabril (Córdoba), en la Sierra de Hornachuelos. Para continuar con el parque nuclear en funcionamiento es imprescindible la ampliación de El Cabril, cuya capacidad debería más que duplicarse, o la construcción de un nuevo cementerio nuclear en otro lugar de España. Las poblaciones vecinas han mostrado ya su oposición a esta ampliación puesto que El Cabril está en un emplazamiento inconveniente: lejos de la mayoría de instalaciones nucleares y radiactivas, en una zona de alto valor natural y con sismicidad relativamente alta.
ENRESA, la empresa encargada de la gestión de los residuos y del desmantelamiento de las centrales, está siendo noticia por el agujero económico para estas tareas hasta 2018, que podría alcanzar unos 3000 millones de euros. Y también existe la loca pretensión del ministro Nadal de privatizar estas actividades transfiriéndolas a las eléctricas.
Por otro lado, la posición de la UE tras los acuerdos de París contra el cambio climático obliga a los países miembros a presentar una estrategia de reducción de emisiones estos próximos meses. España, como el resto de estados, se enfrenta también a una redefinición de su modelo energético de aquí a 2030 que permita satisfacer dichos acuerdos. Es necesario establecer los papeles que han de jugar las distintas fuentes de energía en el nuevo mix energético y, en particular, es imprescindible definir el papel de las centrales nucleares y evitar las grandes infraestructuras gasistas que quieren sustituirlas.
Actualmente, y tras el reciente y feliz cierre definitivo de Garoña (Burgos), funcionan en España 7 reactores nucleares que proporcionan el 21% de la electricidad consumida y suman una potencia de unos 7400 MW. Es de notar que esta aportación de energía eléctrica es muy superior al porcentaje de potencia nuclear instalada, de solo el 6%.
Esta disfunción se explica porque las centrales nucleares son muy inflexibles y no se regulan, por lo que funcionan todo el tiempo. Y ese es justo uno de los problemas que limitan la extensión de las renovables. Así, en 2014 se desperdició el 14% de la energía eólica. Aproximadamente el 45% de la electricidad española procede de energías renovables y el resto se produce en centrales térmicas de carbón y gas.
La potencia total instalada es de unos 108.000 MW, muy por encima de la máxima demanda que jamás hemos tenido en España. Este mix de generación eléctrica permite una sencilla sustitución de la potencia nuclear por ahorro y renovables, incluso en un horizonte de 10 años. De hecho, en las dos últimas subastas que han tenido lugar en España para la incorporación de renovables a la generación eléctrica han entrado sólo 3000 MW eólicos y 3000 MW solares, a pesar de que lo hicieron a precio de mercado, sin apoyo económico alguno. Sin embargo, la consecución de este cierre escalonado significará un duro golpe tanto para la industria nuclear como para el PP y C’s, que se declaran defensores de esta fuente de energía.
De las decisiones que se tomen estos próximos años depende en buena medida los modelos energéticos español y portugués. Un cierre escalonado de las centrales nucleares españolas sería una decisión muy sensata y serviría de guía a otros muchos países en el mundo que también tienen centrales nucleares en funcionamiento.
Tenemos que acabar definitivamente con la amenaza nuclear en la península ibérica y posibilitar una transición energética hacia un modelo limpio, basado en las renovables y el ahorro. Para ello es imprescindible paralizar las centrales, suspender el proyecto de mina de Retortillo y abrir un debate sobre la forma menos mala de gestionar los residuos nucleares y, puesto que aun no se ha encontrado la manera definitiva de gestionarlos, dejar de producirlos lo antes posible.
MIA Madrid
publicado
publicado
2018-03-10 15:31:00
Energia nuclear na Espanha: plantas, minas e cemitérios
O momento é fundamental para exigir um cronograma para o fechamento e desmantelamento de usinas nucleares na Península Ibérica, mas também para monitorar o gerenciamento de resíduos e evitar que novos projetos de mineração sejam desenvolvidos para obter urânio.
Entre 2020 e 2024 expiram todas as licenças de operação das usinas nucleares espanholas, pelo que os próximos dois anos são essenciais para evitar que se espalhem e influenciem a configuração do sistema elétrico em nosso país. Diante da ameaça representada pela manutenção de um parque nuclear de envelhecimento, renovamos o espírito dos protestos da oposição a este tipo de energia que surgiu nos anos 70 e 80, quando essas usinas nucleares começaram a ser construídas, para libertar-nos dessa ameaça de de uma vez por todas na Península Ibérica.Por esta razão, há três anos formamos o Movimento Antinuclear Ibérico (MIA), que enfrenta enormes desafios nos próximos anos. Entre eles, a organização do próximo Fórum Social Anti-nuclear Mundial, que será realizada em Madri em junho de 2019.
Apesar de as usinas nucleares serem cada vez mais inseguras à medida que envelhecem e a geração de resíduos, o governo PP e as grandes empresas elétricas estão apostando na continuidade dos reatores espanhóis até os 40 anos, incluindo o prolongamento até 60 anos. A razão para isso é simples: no mercado espanhol de eletricidade, cada reator amortizado de 1000 MW produz aproximadamente 1 milhão de euros de lucros diários antes de impostos. São os enormes interesses econômicos por trás da manutenção das usinas, e não a redução de gases de efeito estufa, o obstáculo real ao fechamento nuclear.
A atitude mais política do que técnica e pouco rigorosa do Conselho de Segurança Nuclear aumenta o risco que representam os reatores cada vez mais antigos com maiores problemas. Como foi claramente demonstrado nos acidentes de Chernobyl e Fukushima, que comemoram seu 7º aniversário, 11 de março, a radioatividade não pára nas fronteiras entre os países. Nem é tão seguro, tão barato e tão limpo como eles nos venderam. 7 anos depois, muitas famílias ainda não podem retornar: o mar, a terra e o ar estão altamente contaminados. Mesmo assim, as autoridades japonesas insistem na sua reabertura. Por esta razão, as atividades nucleares espanholas ameaçam tanto Portugal como o resto da Europa.
Entre 2020 e 2024 expiram todas as licenças de operação das usinas nucleares espanholas, pelo que os próximos dois anos são essenciais para evitar que se espalhem e influenciem a configuração do sistema elétrico em nosso país. Diante da ameaça representada pela manutenção de um parque nuclear de envelhecimento, renovamos o espírito dos protestos da oposição a este tipo de energia que surgiu nos anos 70 e 80, quando essas usinas nucleares começaram a ser construídas, para libertar-nos dessa ameaça de de uma vez por todas na Península Ibérica.Por esta razão, há três anos formamos o Movimento Antinuclear Ibérico (MIA), que enfrenta enormes desafios nos próximos anos. Entre eles, a organização do próximo Fórum Social Anti-nuclear Mundial, que será realizada em Madri em junho de 2019.
Apesar de as usinas nucleares serem cada vez mais inseguras à medida que envelhecem e a geração de resíduos, o governo PP e as grandes empresas elétricas estão apostando na continuidade dos reatores espanhóis até os 40 anos, incluindo o prolongamento até 60 anos. A razão para isso é simples: no mercado espanhol de eletricidade, cada reator amortizado de 1000 MW produz aproximadamente 1 milhão de euros de lucros diários antes de impostos. São os enormes interesses econômicos por trás da manutenção das usinas, e não a redução de gases de efeito estufa, o obstáculo real ao fechamento nuclear.
A atitude mais política do que técnica e pouco rigorosa do Conselho de Segurança Nuclear aumenta o risco que representam os reatores cada vez mais antigos com maiores problemas. Como foi claramente demonstrado nos acidentes de Chernobyl e Fukushima, que comemoram seu 7º aniversário, 11 de março, a radioatividade não pára nas fronteiras entre os países. Nem é tão seguro, tão barato e tão limpo como eles nos venderam. 7 anos depois, muitas famílias ainda não podem retornar: o mar, a terra e o ar estão altamente contaminados. Mesmo assim, as autoridades japonesas insistem na sua reabertura. Por esta razão, as atividades nucleares espanholas ameaçam tanto Portugal como o resto da Europa.
Nossos esforços, esses anos, se concentraram em Almaraz. Os dois reatores da usina nuclear localizada na província de Cáceres, com cerca de 2100 MW de potência, estão localizados a cerca de 100 km da fronteira, de modo que uma fuga pode chegar às terras portuguesas através do ar ou da água do Tejo.
A manutenção das armas nucleares requer um aumento na mineração de urânio e existe também a possibilidade de a empresa australiana Berkeley abrir uma mina a céu aberto em Retortillo (Salamanca), também ligada a Portugal pelo rio Yeltes, que flui para o Huebra e isso, por sua vez, no Duero. A abertura desta mina depende de um relançamento nuclear que causaria um aumento nos preços do urânio. O desperdício radioativo - ainda sem uma solução definitiva para sua gestão - de alta atividade é outro problema não resolvido para a indústria nuclear espanhola e mundial.
No Estado espanhol está tentando construir um cemitério nuclear centralizado desde 1986, sem isso até hoje ter sido alcançado. Desde 2004, a estratégia é construir um cemitério nuclear temporário na superfície e no seco, conhecido como Armazenamento Temporário Centralizado (ATC), e depositar os resíduos de todas as usinas de energia nuclear espanhola até que seja tomada uma decisão final sobre a gestão.
De acordo com os planos oficiais, esta instalação deveria ter começado a operar em 2010, mas as obras ainda não começaram. Atualmente, o site candidato está em Villar de Cañas (Cuenca), mas a terra foi ambientalmente protegida pelo governo autônomo de Castilla-La Mancha, ampliando um ZEPA (área de proteção especial para aves), embora esta proteção É apelado perante os tribunais pelo Governo do PP.
A manutenção das armas nucleares requer um aumento na mineração de urânio e existe também a possibilidade de a empresa australiana Berkeley abrir uma mina a céu aberto em Retortillo (Salamanca), também ligada a Portugal pelo rio Yeltes, que flui para o Huebra e isso, por sua vez, no Duero. A abertura desta mina depende de um relançamento nuclear que causaria um aumento nos preços do urânio. O desperdício radioativo - ainda sem uma solução definitiva para sua gestão - de alta atividade é outro problema não resolvido para a indústria nuclear espanhola e mundial.
No Estado espanhol está tentando construir um cemitério nuclear centralizado desde 1986, sem isso até hoje ter sido alcançado. Desde 2004, a estratégia é construir um cemitério nuclear temporário na superfície e no seco, conhecido como Armazenamento Temporário Centralizado (ATC), e depositar os resíduos de todas as usinas de energia nuclear espanhola até que seja tomada uma decisão final sobre a gestão.
De acordo com os planos oficiais, esta instalação deveria ter começado a operar em 2010, mas as obras ainda não começaram. Atualmente, o site candidato está em Villar de Cañas (Cuenca), mas a terra foi ambientalmente protegida pelo governo autônomo de Castilla-La Mancha, ampliando um ZEPA (área de proteção especial para aves), embora esta proteção É apelado perante os tribunais pelo Governo do PP.
Além disso, o Governo de Castilla-La Mancha proibiu a modificação dos regulamentos urbanos apresentados em um Plano de Planejamento Municipal (POM) pela Cidade de Villar de Cañas, apelando perante o Superior Tribunal de Justiça de Castilla-La Mancha e emitido este sentença endossando a proibição do POM. Neste momento, portanto, não é possível continuar com a emissão de licenças para construir o ATC, e muito menos começar os trabalhos.
Após 8 anos de resistência, consideramos mais uma vitória da luta do movimento anti-nuclear contra uma nova tentativa de construir o cemitério nuclear. Assim, junta-se a todas as lutas que ocorreram desde que a indústria nuclear a experimentou pela primeira vez em 1986, com a aprovação do Projeto IPES em Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), também muito perto de Portugal.
Devido a esta demora na construção do ATC, todas as usinas espanholas já possuem Armazéns Temporários Individualizados (ATIs) ou planos para construí-los. Além da construção de ATIs, a não construção do ATC causou resíduos radioativos da fábrica de Vandellós I para continuar na França, em La Hague. Esses desperdícios foram enviados lá para extrair o plutônio que continham, podendo fazer bombas atômicas e estar sujeitos a salvaguardas.
Mas, além da construção do ATC, o prolongamento da operação dos nucleares torna essencial a extensão da capacidade de armazenamento de resíduos de atividade muito baixa, baixa e média. No momento, este desperdício é enviado ao cemitério nuclear de El Cabril (Córdoba), na Serra de Hornachuelos. Para continuar com o parque nuclear em operação, a expansão de El Cabril, cuja capacidade deve mais que dobrar, ou a construção de um novo cemitério nuclear em outro lugar na Espanha é essencial. As populações vizinhas já demonstraram sua oposição a esta extensão, uma vez que El Cabril está em um local inconveniente: longe da maioria das instalações nucleares e radioativas, em uma área de alto valor natural e com sismicidade relativamente alta.
ENRESA, a empresa responsável pela gestão dos resíduos e o desmantelamento das usinas, está sendo reportada pelo buraco econômico para essas tarefas até 2018, o que poderia atingir cerca de 3 bilhões de euros. E há também a louca reivindicação do ministro Nadal de privatizar essas atividades, transferindo-as para empresas de eletricidade.
Após 8 anos de resistência, consideramos mais uma vitória da luta do movimento anti-nuclear contra uma nova tentativa de construir o cemitério nuclear. Assim, junta-se a todas as lutas que ocorreram desde que a indústria nuclear a experimentou pela primeira vez em 1986, com a aprovação do Projeto IPES em Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), também muito perto de Portugal.
Devido a esta demora na construção do ATC, todas as usinas espanholas já possuem Armazéns Temporários Individualizados (ATIs) ou planos para construí-los. Além da construção de ATIs, a não construção do ATC causou resíduos radioativos da fábrica de Vandellós I para continuar na França, em La Hague. Esses desperdícios foram enviados lá para extrair o plutônio que continham, podendo fazer bombas atômicas e estar sujeitos a salvaguardas.
Mas, além da construção do ATC, o prolongamento da operação dos nucleares torna essencial a extensão da capacidade de armazenamento de resíduos de atividade muito baixa, baixa e média. No momento, este desperdício é enviado ao cemitério nuclear de El Cabril (Córdoba), na Serra de Hornachuelos. Para continuar com o parque nuclear em operação, a expansão de El Cabril, cuja capacidade deve mais que dobrar, ou a construção de um novo cemitério nuclear em outro lugar na Espanha é essencial. As populações vizinhas já demonstraram sua oposição a esta extensão, uma vez que El Cabril está em um local inconveniente: longe da maioria das instalações nucleares e radioativas, em uma área de alto valor natural e com sismicidade relativamente alta.
ENRESA, a empresa responsável pela gestão dos resíduos e o desmantelamento das usinas, está sendo reportada pelo buraco econômico para essas tarefas até 2018, o que poderia atingir cerca de 3 bilhões de euros. E há também a louca reivindicação do ministro Nadal de privatizar essas atividades, transferindo-as para empresas de eletricidade.
Por outro lado, a posição da UE após os acordos de Paris contra as alterações climáticas obriga os países membros a apresentarem uma estratégia para reduzir as emissões nos próximos meses. A Espanha, como o resto dos estados, também enfrenta uma redefinição do seu modelo de energia até 2030, que permitirá que esses acordos sejam atendidos. É necessário estabelecer os papéis que as diferentes fontes de energia devem desempenhar no novo mix de energia e, em particular, é essencial definir o papel das usinas nucleares e evitar a grande infra-estrutura de gás que deseja substituí-las.
Atualmente, e após o encerramento final recente e bem sucedido da Garoña (Burgos), 7 reatores nucleares operam na Espanha, que fornecem 21% da eletricidade consumida e adicionam uma potência de cerca de 7400 MW. Vale ressaltar que essa contribuição de energia elétrica é muito maior do que a porcentagem de energia nuclear instalada, de apenas 6%.
Esta disfunção é explicada porque as usinas de energia nuclear são muito inflexíveis e não estão reguladas, então elas funcionam o tempo todo. E esse é apenas um dos problemas que limitam a extensão das energias renováveis. Assim, em 2014, 14% da energia eólica foi desperdiçada. Aproximadamente 45% da eletricidade espanhola vem de energias renováveis e o resto é produzido em usinas térmicas de carvão e gás.
A potência instalada total é de cerca de 108.000 MW, bem acima da demanda máxima que já tivemos na Espanha. Esta mistura de geração de eletricidade permite uma simples substituição da energia nuclear por economias e renováveis, mesmo em um horizonte de 10 anos. Na verdade, nos últimos dois leilões que ocorreram na Espanha para a incorporação de geração de energia renovável entraram apenas 3000 MW de energia e 3000 MW de energia solar, embora tenham feito o preço do mercado, sem qualquer suporte econômico. No entanto, a conquista deste fechamento escalonado significará um golpe pesado tanto para a indústria nuclear como para os PP e C, que se declaram os defensores dessa fonte de energia.
Os modelos de energia espanhola e portugueses dependem em grande medida das decisões tomadas nos próximos anos. Um encerramento gradual das usinas nucleares espanholas seria uma decisão muito sensata e servirá de guia para muitos outros países do mundo que também possuem usinas nucleares em operação.
Atualmente, e após o encerramento final recente e bem sucedido da Garoña (Burgos), 7 reatores nucleares operam na Espanha, que fornecem 21% da eletricidade consumida e adicionam uma potência de cerca de 7400 MW. Vale ressaltar que essa contribuição de energia elétrica é muito maior do que a porcentagem de energia nuclear instalada, de apenas 6%.
Esta disfunção é explicada porque as usinas de energia nuclear são muito inflexíveis e não estão reguladas, então elas funcionam o tempo todo. E esse é apenas um dos problemas que limitam a extensão das energias renováveis. Assim, em 2014, 14% da energia eólica foi desperdiçada. Aproximadamente 45% da eletricidade espanhola vem de energias renováveis e o resto é produzido em usinas térmicas de carvão e gás.
A potência instalada total é de cerca de 108.000 MW, bem acima da demanda máxima que já tivemos na Espanha. Esta mistura de geração de eletricidade permite uma simples substituição da energia nuclear por economias e renováveis, mesmo em um horizonte de 10 anos. Na verdade, nos últimos dois leilões que ocorreram na Espanha para a incorporação de geração de energia renovável entraram apenas 3000 MW de energia e 3000 MW de energia solar, embora tenham feito o preço do mercado, sem qualquer suporte econômico. No entanto, a conquista deste fechamento escalonado significará um golpe pesado tanto para a indústria nuclear como para os PP e C, que se declaram os defensores dessa fonte de energia.
Os modelos de energia espanhola e portugueses dependem em grande medida das decisões tomadas nos próximos anos. Um encerramento gradual das usinas nucleares espanholas seria uma decisão muito sensata e servirá de guia para muitos outros países do mundo que também possuem usinas nucleares em operação.
Temos de pôr definitivamente fim à ameaça nuclear na Península Ibérica e permitir uma transição energética para um modelo limpo, baseado nas energias renováveis e na poupança. Para isso, é essencial paralisar as plantas, suspender o projeto da mina de Retortillo e abrir um debate sobre a maneira menos ruim de gerenciar o desperdício nuclear e, uma vez que a maneira final de gerenciá-los ainda não foi encontrada, pare de produzi-los o mais rápido possível .
Claro que no se quiere cerrar las centrales nucleares, ahora es cuando mas rentabilidad obtienen, los politicos y empresarios en este momento no estan pensando en las energias renovables no les interesan su bolsillos se resentirian, asique no nos engañen, estan acabando con el mundo y no les importa.
ResponderEliminarNo que queremos centrales nucleares en España, tan poco cenenterios nucleares y menos mina de uranio en Retortillo, queremos naturaleza sin radioactividad.