«Un católico que se ha tomado en serio su fe, cuida el medio ambiente, está en el ADN del cristianismo.»
“No cedamos ante la lógica perversa de las ganancias fáciles, ¡pensemos en el futuro de todos!”
“Con honestidad, responsabilidad y valentía tenemos que poner nuestra inteligencia «al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral», que sea capaz de colocar la economía al servicio de la persona humana, construir la paz y proteger el ambiente”.
Tras estas tres reflexiones, me centro ahora en lo que está ocurriendo en Retortillo con su proyecto de mina de uranio, tan nefasto para el medio ambiente y las generaciones futuras.
Reconozco, y muchos me lo han demostrado, que soy molesto por decir la verdad y denunciar el mal. Quieren matar al mensajero para evitar su responsabilidad, mis palabras e imágenes les complica la vida. Yo honradamente avisé y lo sigo haciendo sobre las consecuencias e irregularidades del proyecto minero.
Me siento enviado a comunicar el Evangelio, pero también a denunciar. Debo ser consecuente, aunque me critiquen o se metan conmigo, anuncio la verdad y denuncio los peligros que acechan a nuestra comarca y nuestro planeta con esta mina y sus derivados. Todos hemos de ser valientes para denunciar ante la sociedad que estamos consintiendo la destrucción de la naturaleza.
Nunca perderé el ánimo, a pesar de la pesada cruz que ello supone, en mi lucha contra el mal.
No estoy aquí, como otros muchos, para aplaudir la falsedad, ni la falta de compromiso, ni la injusticia. Estoy aquí para no quedarme tranquilo, ni acomodado o aburguesado. Cristo nace estos días para despertar nuestra conciencia y provocarnos en combatir y denunciar el mal.
Tal vez, como es mi caso, esto genere falta de comprensión entre familiares, amigos o vecinos. Jesús no vino al mundo para dejar las cosas como estaban, ni para tranquilizar nuestras conciencias olvidándonos de las injusticias. Él, llegó para transformar las estructuras injustas y derribar lo que impide la consecución de un mundo más humano y saludable.
Francisco, el actual Papa, es el mejor ejemplo a seguir. Esto nos dice:
El Papa Francisco nos invitó a una “conversión ecológica" para tomar conciencia por el cuidado del planeta.
Nos recordó que “merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental y, continuaba diciendo, “los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente.
El Papa Francisco lamentó “la indiferencia ante nuestra casa común” que ocasiona actitudes irresponsables hacia el medio ambiente, y pidió un mayor respeto por la creación de forma que se avance en la mejora de la calidad del aire y del agua.
“El respeto es la actitud fundamental que el hombre ha de tener con la creación –afirmó el Pontífice–. Ésta la hemos recibido como un don precioso y debemos esforzarnos para que las generaciones futuras puedan seguir admirándola y disfrutándola. Este cuidado debemos enseñarlo y transmitirlo”.
Señaló que “es un deber de todos crear en la sociedad una conciencia de respeto por nuestro entorno; esto nos beneficia a nosotros y a las generaciones futuras”.
“La responsabilidad ante la creación es el modo con el que debemos interactuar con ella y constituye una de nuestras tareas primordiales”, explicó Francisco.
Indicó que “no podemos quedarnos con los brazos cruzados, cuando advertimos una grave disminución de la calidad del aire o el aumento de la producción de residuos que no son adecuadamente tratados”.
“Estas realidades son consecuencia de una forma irresponsable de manipular la creación y nos llaman a ejercer una responsabilidad activa para el bien de todos. Además, comprobamos una indiferencia ante nuestra casa común y, lamentablemente, ante tantas tragedias y necesidades que golpean a nuestros hermanos y hermanas”.
Los adultos pueden aprender de jóvenes en cuidar el medioambiente.
"Queridos chicos y chicas, veo en vosotros una confianza valiente. Sí, la confianza y la valentía de un proyecto de mejora ambiental y social cada vez más concreto, que puede dejar una huella", celebró el papa.
El papa se dirigió a los jóvenes para señalarles que han tomado "la elección justa".
