1 de julio de 2018

A BERKELEY TENEMOS QUE ECHARLA DE ESTA TIERRA PARA SIEMPRE.

Berkeley, una impostora de la mentira
 

A la multinacional Berkeley hay que darle el tiro de gracia en el Campo Charro y echarlos de esta comarca para siempre y que únicamente quede el sueño de su pesadilla para que nunca se vuelva a repetir nada parecido. Un tiro de gracia simbólico pero que se entierren de una vez sus mentiras, sus chanchullos y la muerte que van a traer a uno de los rincones más hermosos de la provincia de Salamanca.
 
Berkeley es lo más sucio que ha tenido esta tierra, únicamente semejante a la vivida dos siglos atrás contra los franceses que llegaron saqueando pueblos, violando a las mujeres y colgando a quienes se les enfrentaban, por lo que salió para frenarlos un hombre recio llamando Julián Sánchez, que pasó a la historia con el apodo de ‘El Charro’, siendo uno de los más reconocidos guerreros de la francesada y héroe del pueblo. Hoy necesitamos de muchos ‘charros’ para acabar con la infamia de esta multinacional que masa la levadura y harina para llevar el pan envenenado de la muerte. Esa Berkeley que es una pesadilla, humillante y la mayor ruina que existe. La que obra con la prepotencia, el despotismo y también la negligencia -algo avalado por distintos estudios—. La que va a destruir uno de los parajes más hermosos de la Península Ibérica, además de acabar con un balneario, la ganadería de la zona y dejar un futuro sin vida.
 
Berkeley ha comprado voluntades de gente necesitada por esa inmensa crisis que ha traído la corrupción debido a los necios políticos que nos gobiernan y solamente han vivido para buscar sueldazos, comisiones, ‘visaoro’, coche oficial y como no le era suficiente muchos, además, han metido mano a la caja de los fondos públicos. Y es que esa multinacional es indigna, como lo es quienes manejan sus hilos, con actitudes propias de charlatanes de feria con su demagogia y sus cuentos, fabuladores del cinismo en ese proyecto tan sucio.
 
Necesitamos recobrar el espíritu de don Julián Sánchez para echar a esa gentuza invasora. Necesitamos fuerza, que desde la gran política la niegan –porque Berkeley ha comprado muchas voluntades con su dinero sucio y la prueba está en las numerosas demandas contra ellos- para que el proyecto de las minas asesinas vaya a la papelera y de esa basura de Berkeley no quede ni rastro. Para que una vez echados aprendamos otra vez la lección que es más importante la dignidad y los valores que el dinero de esa gentuza, que está manchado de mierda. Por eso hay que unirse para darle el simbólico tiro de gracia.
 

1 comentario:

  1. Unámonos "CHARROS" hoy tambíén "CHARRAS" y echemos de estas Tierras a esta ponzoña Ético-Moral, que destruye Campos, economías, dignidad, convivencia, sanas ilusiones y esperanza.Y expulsemos del PODER a quienes autorizan semejente BARBARIE.

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