El Consejero de Fomento y Medio Ambiente desmonta la patraña de las encinas de la mina de uranio en Vitigudino
El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones | @jcyl
Se desmonta la patraña, quiero decir, el relato, breve, de carácter novelesco que se había montado el alcalde de Vitigudino, Germán Vicente, para intentar vender la moto a los vecinos y pueblos de la comarca de que había conseguido un grandioso acuerdo con la empresa que está impulsando la controvertida mina de uranio en la zona.
Un “acuerdo de colaboración” entre el Ayuntamiento y la minera Berkeley “que se resume en la reforestación de cincuenta hectáreas de la dehesa con la plantación de 5.000 encinas, un acuerdo ampliable en un principio a 50 hectáreas más y que supondrá la plantación de 10.000 encinas”, publicó Las Arribes al Día, que además detalló que “por la cesión de estas 50 hectáreas por un periodo de tres años, el Ayuntamiento recibirá a cambio 40.000 euros por la plantación de encinas y 15.000 euros más en concepto de alquiler por tres años en los que la empresa minera deberá realizar las labores de mantenimiento de la plantación. Del pago de estas cantidades, el segundo se materializaba este lunes tras la firma del convenio de colaboración, mientras que los 40.000 euros se harán efectivos en el momento que se inicien las actuaciones de reforestación”.
Es importante señalar que la plantación de las encinas en Vitigudino está vinculada con el proyecto de la mina de uranio, al ser una de las actuaciones incluidas en el proyecto de recuperación medioambiental.
Pues bien. Nada menos que el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, acaba de recordar que “el Proyecto de recuperación de hábitat en la comarca 11 oeste zona 26 ‘Dehesa-Sayago’ de la concesión de explotación minera ‘Retortillo Santidad’ (EIA-SA-11-46) no ha sido aprobado por la Dirección General del Medio Natural dado que ha sido informado desfavorablemente por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Salamanca, no dándose cumplimiento al apartado 5 de Medidas protectoras; epígrafe s) Plan de Medidas de la Declaración de Impacto Ambiental dictada por Orden FYM/796/2013, de 25 de septiembre, por la que se dicta la Declaración de Impacto Ambiental sobre el Proyecto de Explotación en la Concesión de Explotación para recursos de la Sección D), minerales de uranio, denominada Retortillo-Santidad n.º 6.605-10, en los términos municipales de Retortillo y Villavieja de Yeltes, provincia de Salamanca, promovido por Berkeley Minera de España, S.A.”.
Las aclaraciones de Juan Carlos Suárez-Quiñones han llegado en contestación a la pregunta formulada por el procurador del Grupo Parlamentario Ciudadanos, de las Cortes de Castilla y León, David Castaño Sequeros, una pregunta “relativa a la plantación de encinas en la localidad de Vitigudino por la empresa Berkeley Minera de España, S.A.”.
Según recoge Las Arribes al Día, “esta decisión afectaría -en principio- al acuerdo de Berkeley con el Ayuntamiento de Vitigudino para la plantación de encinas en la dehesa de esta localidad”. Además, explican que “la plantación de encinas en la dehesa de Vitigudino está condicionada a la obtención –por parte de la empresa de minera– de las autorizaciones necesarias y el cumplimiento de la normativa vigente para poner en marcha el proyecto de extracción de uranio en Retortillo“.
No hay que olvidar, tampoco, que el acuerdo del Ayuntamiento de Vitigudino con Berkeley impulsado por Germán Vicente con base a un decreto de alcaldía fue impugnado por los ediles del Grupo Municipal de Ciudadanos, Antolín Alonso y Patricia Rodríguez, al considerarlo “contrario al ordenamiento jurídico”.
Y es necesario recordar, además, la polémica generada en torno a los documentos en inglés que permitió el Consistorio, una circunstancia que provocó revuelo vecinal y en las redes sociales, y que fue duramente criticada por la oposición.
El acuerdo de Vitigudino con Berkeley también ha provocado la airada respuesta por parte de los vecinos y colectivos contrarios a la mina de uranio, a los que, precisamente por este motivo, se les ha podido ver desde entonces y especialmente en la localidad, en las reiteradas convocatorias de protesta que han llevado a cabo.
La actuación unilateral de Vitigudino, sin contar con los municipios del resto de la comarca, también ha tenido como consecuencia el enfado de vecinos y alcaldes de los pueblos, al interpretar la medida, como mínimo, de “insolidaria”, un acuerdo de Vitigudino a espaldas de la comarca que además supone una tremenda contradicción con el programa electoral del PSOE que dio la mayoría absoluta a Germán Vicente. “Vitigudino debe recuperar la proyección comercial, industrial y turística hacia el resto de la comarca”, dijo el alcalde en una entrevista a Salamanca24Horas. En la campaña electoral pero también después, en las primeras entrevistas tras los comicios, Germán Vicente insistió en el tema de la imprescindible necesidad de dinamizar la comarca mediante la reactivación del liderazgo de Vitigudino, una idea que también plasmó en la entrevista publicada por Tribuna de Salamanca: “No se entiende Vitigudino sin la comarca y la comarca sin Vitigudino. Uno de los puntos que he puesto en el programa es el desarrollo comarcal”.
Sin embargo, la matraca de Germán Vicente con lo de las políticas comarcales no tardó mucho en quedarse en evidencia gracias a medidas como el acuerdo con la empresa de la mina de uranio, aunque ha sido precisamente el asunto de las encinas el que más ampollas ha levantado, después de que otros ayuntamientos hayan rechazado acuerdos similares pese a la contraprestación económica, el importante rechazo que está provocando la mina por parte de algunos pueblos —muy claro, por ejemplo, en Yecla de Yeltes, localidad pegada a Vitigudino—, y la oposición directa al proyecto por parte de numerosos alcaldes. Pero si hay un regidor al que sobre todo le haya podido saber a cuerno quemado la postura de Vitigudino ha sido al primer edil socialista de Villavieja de Yeltes, Jorge Rodríguez, el alcalde que está abanderando el ‘no’ a la mina de uranio.
A la espera de como se desarrollen los acontecimientos y de la reacción de la empresa Berkeley —que viene defendiendo la absoluta legalidad del proyecto como los importantes beneficios económicos y laborales que traerá la mina de uranio— a la respuesta dada a Ciudadanos por Juan Carlos Suárez-Quiñones, el alcalde de Vitigudino, Germán Vicente, de momento solo ha conseguido con el acuerdo de las encinas quedar mal con la comarca, contradecir su programa electoral y colocar a Vitigudino en uno de los epicentros de las protestas contra la mina de uranio. El beneficio económico, materializado en los 45.000 euros señalados, es calderilla, apenas da para pagar un concierto de Soraya. El problema de la calderilla, cuando las cuentas municipales están hipotecadas con una importante deuda, suele venir a la hora de pagarla en lugar de cobrar, como bien se está viendo, por ejemplo, con los 33.000 euros que debe el Ayuntamiento de Vitigudino a Cabeza de Horno por el consumo de agua.
También debería explicar el regidor —a los vecinos, a la oposición y a la comarca— cómo es posible que un Ayuntamiento pueda recibir dinero —Ciudadanos confirma también el ingreso— vinculado a un proyecto de recuperación que no ha sido aprobado por la administración competente. ¿Son estos pagos legales, puede recibir dinero de una empresa el Consistorio, si la plantación de encinas no está todavía confirmada?
Por Iker González
Un tema lo tengo muy claro en lo que este señor, este en el ayuntamiento de Viti, no lo pienso pisar, fuera alcalde de Viti no tenias ninguna necesidad de llegar a este tipo de acuerdo y poner a todos los pueblos de la comarca en contra, muy poco soliaridad, por lo cual dejare de pisar las calles de su pueblo hasta que las gentes de hay viven recapaciten que esto no se puede hacer a los que te dan de comer.
ResponderEliminarBasta ya no queremos minas radioactivas, la destruccion de la tierra y los seres vivos. Basta ya politicos que no cumplen con su trabajo que es el bienestar de todos, basta ya.