Mina de uranio, la nueva amenaza fronteriza
La mina de uranio de Retortillo es cuestionada por ambientalistas de Portugal y España, que tienen nueva acción de protesta prevista para el sábado en Salamanca
A unos 50 kilómetros de la frontera portuguesa proyectos para la excavación de una mina de uranio a cielo abierto. Después de Almaraz, España vuelve a ignorar a Portugal para la evaluación de los impactos transfronterizos. En cuestión está la posible contaminación radiactiva por el aire o el agua, a través del río Duero
El cráter aún no ha comenzado a ser excavado, pero la compañía minera australiana Berkeley espera comenzar la extracción de uranio de la mina a cielo abierto proyectada en Retortillo, a unos 50 kilómetros de la frontera con Portugal, de nuevo en 2019. Si se llevara a cabo, ésta será la única mina de uranio del género de Europa Occidental y ocupará un perímetro de 27 kilómetros junto al río Yeltes, un afluente del Huebra, que desemboca en la cuenca del Duero internacional.
"La eventual aplicación de una mina de uranio en Retortillo tiene un impacto directo sobre el territorio portugués, puede llegar a ser la contaminación radiactiva a través del aire o del agua, ya que la mina está en un afluente del río Duero," alerta preocupado el diputado del Bloque de Izquierda Pedro Soares, también presidente de la Comisión parlamentaria de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Pedro Soares teme que se esté ante "una réplica de lo que pasó con el almacén de residuos nucleares de Almaraz", ya que, subraya, "una vez más las autoridades españolas están obligadas a un proceso de evaluación del impacto ambiental transfronterizo - y no lo hicieron ".
De acuerdo a la información proporcionada por el Gobierno, el lunes el presidente del Comité de Medio Ambiente del Parlamento y las autoridades portuguesas solamente fueron informados de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva para el proyecto, esto tres años después de que las autoridades españolas han emitido la declaración. La DIA se publicó en septiembre de 2013 y los documentos llegaron a la Agencia de Medio Ambiente portugués en abril el 2016.
Y, a pesar del Ministerio de Medio Ambiente portugués han entendido que "el proyecto sería probable que tenga efectos ambientales significativos en el territorio nacional", las autoridades españolas entienden "que no sea necesario para llevar a cabo consultas transfronterizas." Después de todo, se lee en el documento, "la concesión de una licencia de explotación ya se terminó, no es posible la pronunciación de Portugal."
Nuevo canje de notas en 2017 llevó al Ministerio de Asuntos Exteriores de España para informar a Portugal que "la unidad de procesamiento de uranio" estaba "pendiente del Consejo de Seguridad Nuclear, sin la cual la mina no entró en funcionamiento."
"Gobierno debe ser más firme de lo que fue en Almaraz"
"Y andamos en esto", lamenta Pedro Soares. El BE adjunto dice que espera que "el Gobierno portugués sea más fuerte esta vez de lo que fue en el caso de Almaraz," al licenciar el almacenamiento temporal de los residuos nucleares.
El bloquista y representantes de otros grupos parlamentarios portugueses visitaron, el lunes, el lugar donde se proyecta la mina de uranio en Retortillo, así como dos municipios, Boada y Villavieja de Yeltes, cuyos alcaldes están en contra del proyecto.
"A lo que sabemos, la evaluación de impacto ambiental española considera que hay 14 impactos severos, pero la Junta de Castilla y León dio un dictamen favorable al proyecto", cuenta Pedro Soares, recordando que ya se han arrancado más de mil árboles en el lugar y se afectan las áreas de la Red Natura 2000.
Pregunta de expreso acerca de si está preocupado por la mina de uranio diseñado para Retortillo y qué medidas fueron tomadas por el Gobierno portugués, el Ministro de Medio Ambiente, João Matos Fernandes, se negó a responder, diciendo que sólo hablan sobre el tema al final del lunes en una ceremonia en la Orden de los Ingenieros. El próximo miércoles, Matos Fernandes tendrá que responder a las preguntas de los diputados sobre Retortillo, durante una audiencia parlamentaria en la Asamblea de la República.
"Ministro sopla al aire"
"El ministro de Medio Ambiente sigue soplando hacia el aire en relación a esta mina de uranio, tal como sopló para el aire en relación a Almaraz o en relación a la contaminación del Tajo", critica Antonio Eloy, dirigente del Movimiento Ibérico Antinuclear, que acompañó la visita de los miembros de Portugal y España a Retortillo.
Los ambientalistas tienen la expectativa de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de España no dé luz verde a la fábrica de uranio procesado, de la que depende la mina. "El CSN aún no ha pasado la licencia para que puedan avanzar con la construcción de la fábrica, y el proyecto está parado", explica el físico nuclear Paco Castejon, dirigente español del MIA y miembro de los Ecologistas en Acción.
Paco Castejón subraya el riesgo de "una nube radiactiva puede llegar a Portugal", dado que se trata de una mina a cielo abierto. Y recuerda que "una vez más España incumpre el protocolo de transparencia fronteriza con Portugal." Para el ecologista "no se percibe la consistencia en este proyecto ya que la rentabilidad económica no está garantizada, ya que se están cerrando centrales nucleares en Europa".
En Portugal las minas de uranio están cerradas por cerca de dos décadas y "hoy en día existen serios problemas Ambientales y de salud pública asociados con enfermedades oncológicas", destaca Antonio Eloy.
La mina de Berkeley obtuvo licencia de explotación de uranio en España en 2014 y la clasificación de "interés público" de la Junta de Castilla y León. El proyecto pretende la extracción de 2,2 millones de toneladas de uranio al año, a lo largo de al menos una década.
Mina de urânio, a nova ameaça fronteiriça
A cerca de 50 quilómetros em linha reta da fronteira portuguesa projeta-se a escavação de uma mina de urânio a céu aberto. Depois de Almaraz, Espanha volta a ignorar Portugal quanto à avaliação de impactos transfronteiriços. Em causa está a potencial contaminação radioativa pelo ar ou pela água, através do rio Douro
A cratera ainda não começou a ser escavada, mas a empresa mineira australiana Berkeley espera começar a extrair urânio da projetada mina a céu aberto em Retortillo, a cerca de 50 quilómetros da fronteira portuguesa, já em 2019. A ser concretizada, esta será a única mina de urânio do género da Europa Ocidental e dominará um perímetro de 27 quilómetros junto ao rio Yeltes, um afluente do Huebra, que desemboca na bacia do Douro internacional.
“A eventual implantação de uma mina de urânio em Retortillo tem impactos diretos no território português, pois pode vir a existir contaminação radioativa através do ar ou da água, já que a mina fica em cima de um afluente do Rio Douro”, alerta, preocupado, o deputado do Bloco de Esquerda Pedro Soares, também presidente da Comissão parlamentar de Ambiente e Ordenamento do Território. Pedro Soares teme que se esteja perante “uma réplica do que se passou com o armazém de resíduos nucleares de Almaraz”, já que, sublinha, “mais uma vez as autoridades espanholas estão obrigadas a um processo de avaliação do impacto ambiental transfronteiriço - e não o fizeram”.
Segundo informação prestada pelo Governo esta segunda-feira ao presidente da Comissão de Ambiente do Parlamento, as autoridades portuguesas só foram informadas sobre a Declaração de Impacte Ambiental (DIA) positiva dada ao projeto desta mina três anos depois de as autoridades espanholas a terem emitido. A DIA foi emitida em setembro de 2013 e a documentação só chegou à Agência Portuguesa do Ambiente em abril de 2016.
E, apesar do ministério português do Ambiente ter entendido que “o projeto poderia ser suscetível de ter efeitos ambientais significativos em território nacional”, as autoridades espanholas entenderam “não ser necessário realizar consultas transfronteiriças”. Até porque, lê-se no documento, “a concessão da licença de exploração se encontrava já concluída, não sendo possível a pronúncia de Portugal”.
Nova troca de missivas em 2017 levou o Ministério dos Assuntos Exteriores de Espanha a informar Portugal de que “a unidade de processamento de urânio“ se encontrava “pendente no Conselho de Segurança Nuclear, sem o qual a mina não entraria em funcionamento”.
“Governo deve ser mais firme do que foi em Almaraz”
“E andamos nisto”, lamenta Pedro Soares. O deputado do BE diz esperar que “o Governo português seja mais firme desta vez do que foi no caso de Almaraz”, aquando do licenciamento do armazém temporário de resíduos nucleares.
O bloquista e representantes de outros grupos parlamentares portugueses visitaram, esta segunda-feira, o local para onde está projetada a mina de urânio em Retortillo, assim como duas localidades vizinhas, Boada e Villavieja de Yeltes, cujos alcaides estão contra o projeto.
“Ao que sabemos, a avaliação de impacte ambiental espanhola considera que há 14 impactes severos, mas a Junta de Castilla y León deu parecer favorável ao projeto”, conta Pedro Soares, lembrando que já foram arrancadas mais de mil árvores no local e estão a ser afetadas áreas da Rede Natura 2000.
Questionado pelo Expresso sobre se está preocupado com a mina de urânio projetada para Retortillo e sobre que medidas foram tomadas pelo Governo português, o ministro do Ambiente, João Matos Fernandes, recusou responder, dizendo que só falaria sobre o assunto no final desta segunda-feira, numa cerimónia na Ordem dos Engenheiros. Na próxima quarta-feira, Matos Fernandes terá de responder às perguntas dos deputados sobre Retortillo, durante uma audição parlamentar na Assembleia da República.
“Ministro sopra para o ar”
“O ministro do Ambiente continua a soprar para o ar em relação a esta mina de urânio, tal como soprou para o ar em relação a Almaraz ou em relação à poluição do Tejo”, critica António Eloy, dirigente do Movimento Ibérico Antinuclear, que acompanhou a visita dos deputados portugueses e espanhóis a Retortillo.
Os ambientalistas têm a expectativa de que o Conselho de Segurança Nuclear (CSN) de Espanha não dê luz verde à fábrica de urânio processado, da qual depende a mina. “O CSN ainda não passou a licença para que possam avançar com a construção da fábrica, e o projeto está parado”, explica o físico nuclear Paco Castejon, dirigente espanhol do MIA e membro dos Ecologistas en Acción.
Paco Castejon sublinha os riscos de “uma nuvem radioativa chegar a Portugal”, tendo em conta que se trata de uma mina a céu aberto. E lembra que “mais uma vez Espanha incumpre o protocolo de transparência transfronteiriça com Portugal”. Para o ecologista “não se percebe a insistência neste projeto já que a rentabilidade económica não está garantida, uma vez que se estão a fechar centrais nucleares na Europa”.
Em Portugal as minas de urânio foram fechadas há cerca de duas décadas e “ainda hoje há problemas graves a nível ambienta e de saúde pública associados a doenças oncológica”, sublinha António Eloy.
A mina da Berkeley obteve licença de exploração de urânio em Espanha em 2014 e a classificação de “interesse público” da Junta de Castilla Y Leon. O projeto visa a extração de 2,2 milhões de toneladas de urânio por ano, ao longo de pelo menos uma década.
INSISTO, LA DISTANCIA DE LA MINA PROYECTADA HASTA LA FRONTERA CON PORTUGAL ES DE 32.5 KM EN LÍNEA RECTA.
ResponderEliminarPor tanto, los efectos negativos radiactivos serán peores que si estuviese a 50 km.
MÁS QUE "INTERÉS PÚBLICO" OTORGADO POR LA JUNTA CASTILLA Y LEÓN A LA MINA, DEBERÍA HABER OTORGADO "PELIGRO PÚBLICO" O "ATENTADO CONTRA LA SALUD PÚBLICA".
ResponderEliminarHay innumerables estudios científicos que han demostrado de forma unívoca el efecto cancerígeno y de mayor riesgo de muerte en poblaciones a 50km de radio a una mina de uranio. Portugal se vería también seriamente afectada sobre este riesgo de muerte DIRECTO al estar la mina a 32 km de la frontera.