Manifiesto íntegro leído en la concentración ciudadana en Villavieja de Yeltes contra la mina de uranio
Hoy pondremos de manifiesto una de las más vergonzosas contradicciones que ha conocido esta tierra:
El Decreto legislativo por el que se determinan las condiciones ambientales mínimas para las actividades ganaderas de Castilla y León establece que LAS ACTIVIDADES GANADERAS SE ENCUENTRAN ENTRE LAS POTENCIALMENTE CONTAMINANTES POR SUS EFECTOS SOBRE LAS AGUAS SUPERFICIALES Y SUBTERRÁNEAS, EL CONTROL DE LA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS GANADEROS Y LAS EMISIONES A LA ATMOSFERA, ENTRE LAS QUE DESTACAN LOS OLORES MOLESTOS Y LAS EMISIONES DE METANO, CON EFECTO INVERNADERO, Y COMPUESTOS NITROGENADOS SOBRE LA CALIDAD DEL AIRE.
Por ello, se establecen unas condiciones básicas para su ubicación. En particular, se exige el cumplimiento de unas distancias mínimas entre las instalaciones ganaderas y los núcleos de población. Con esta normativa vigente se prohíbe a cualquier ciudadano construir una instalación ganadera para más de 60 vacas estabuladas, a menos de 500 metros de un casco urbano con más de 500 habitantes.
Sin embargo, parece posible que entre la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Energía encuentren la forma de justificar que este aberrante proyecto minero QUE PRETENDE DESARROLLAR LA EMPRESA BERKELEY A TAN SOLO 100 METROS DE NUESTRAS CASAS, DE NUESTROS NEGOCIOS, DE NUESTRO COLEGIO Y DE NUESTRA RESIDENCIA, sea viable, legal y seguro.
Ya hace 10 años, estos mismos irresponsables abrieron las puertas de nuestras dehesas, de nuestros pueblos y de nuestros ríos a la empresa BERKELEY, una empresa junior, sin experiencia alguna, ni solvencia técnica propia. Acordaron con ellos consorcios irresponsables y cedieron derechos de reservas y de riquezas públicas. Después, tanto ENUSA como AREVA, los rechazaron, argumentando que el proyecto no era viable, ni económica, ni ambientalmente, pero desde entonces BERKELEY encuentra en la Administración Autonómica todas las facilidades para seguir adelante. A día de hoy, mantienen vigentes concesiones de muy dudosa legalidad y ninguna ética: Si esos supuestos recursos naturales tienen realmente la capacidad de generar riqueza y traer prosperidad y bienestar a nuestras comarcas, ¿ cómo es posible que acaben en manos de BERKELEY? El Estado español cuenta con la empresa pública ENUSA, con sus infraestructuras, su solvencia técnica y su experiencia y cede esas riquezas públicas a una EMPRESA PRIVADA SIN EXPERIENCIA EN EL SECTOR.
Con la falsa promesa de la prosperidad económica de la comarca, que en el mejor de los casos no será más que una burbuja y un pelotazo para unos pocos (algunos directivos de los que conocéis, de los que pasean de despacho en despacho y de foto en foto, ingresaron el pasado ejercicio más de 700.000$) BERKELEY está dividiendo a los pueblos, creando conflictos sociales y familiares, alimentando falsas esperanzas de futuro y condenando a nuestros pueblos y nuestro entorno CON EL CONSENTIMIENTO, LA COMPLICIDAD Y LA CONNIVENCIA DE LA ADMINISTRACIÓN.
Si finalmente se autoriza una mina de uranio a cielo abierto tan cerca de un núcleo de población como Villavieja de Yeltes, se habrá primado el beneficio económico de una empresa privada en contra de la salud y el bienestar de sus ciudadanos.
Reiteraremos una y otra vez nuestra determinación:
Una batalla que no se planta, es una batalla perdida. Defenderemos con uñas y dientes nuestras tierras, nuestros ríos y nuestros hogares, para construir sobre ellos un futuro verdaderamente sostenible y poder heredar a nuestros descendientes la misma o mejor riqueza que heredamos nosotros de nuestros antepasados. No nos cegarán los falsos brillos de la prosperidad efímera y tampoco nos hechizarán los falsos cantos de las soluciones mágicas. Nosotros sabemos del trabajo duro, del esfuerzo constante y de la vital importancia de las tierras en las que vivimos. Las hemos cuidado y defendido desde tiempos inmemoriales y ellas nos han cuidado a nosotros… Nos han dado el calor de su leña, el pasto de sus verdes prados y las limpias aguas de sus incomparables ríos. Y así seguirá siendo, mientras quede en ellas un solo verdadero charro que las ame, porque sabrá defenderlas como ahora lo hacemos nosotros”
No hay comentarios:
Publicar un comentario