A TODOS LOS RESPONSABLES POLÍTICOS EN EL DÍA MUNDIAL POR LA PAZ

"BIENAVENTURADO EL POLÍTICO QUE TRABAJA POR EL BIEN COMÚN Y NO POR SU PROPIO INTERÉS".

 

Los consejos del papa Francisco para una buena política

Francisco se preocupa  por el “clima de desconfianza” de muchas sociedades. Ve su origen “en el miedo al otro o al extraño; en la ansiedad de perder beneficios personales”. Este clima “lamentablemente, se manifiesta también a nivel político, a través de actitudes de clausura o nacionalismos que ponen en cuestión la fraternidad que tanto necesita nuestro mundo globalizado”. “Los discursos políticos que tienden a culpabilizar a los migrantes de todos los males y a privar a los pobres de la esperanza no son aceptables”, recalca.

 

 “Cuando aquellos que se dedican a la política no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”, advierte, señalando especialmente “los vicios de la vida política” así como la corrupción o “el incumplimiento de las normas comunitarias”.

 

Sobre todo, afirma que “cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro”.

 

“La Iglesia no trata de enseñar, sino decir que la paz es posible con la condición de que se trabaje en las condiciones de la paz”.

 

Son los políticos, por tanto, quienes deben poner en marcha este diálogo, viviendo su función “en términos de servicio y no de garantías de intereses”.

 

“Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel”, enuncian estas “bienaventuranzas del político”. “Afortunado el político cuya persona refleja credibilidad, (…) que trabaja por el bien común y no por su propio interés, (…) que permanece fielmente coherente, (…) que realiza la unidad, (…) que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical, (…) que sabe escuchar (…) que no tiene miedo”.

 

Tal es el ambicioso programa político propuesto por Francisco.