31 de mayo de 2018

LA MINERÍA A CIELO ABIERTO ES UNA ACTIVIDAD VENENOSA Y CONTAMINANTE

¡NO! AL PROYECTO MINERO Y RADIACTIVO EN RETORTILLO (SALAMANCA)
RESISTENCIA TOTAL A ESTAS EXPLOTACIONES ASESINAS
 
La megaminería a cielo abierto (o el extractivismo irracional) es tan brutal en sus procedimientos que únicamente puede desarrollarse si el país y la sociedad donde se enquista, en forma previa o durante la explotación, son sometidos a una extraordinaria campaña de desinformación para ocultar o desvirtuar sus dañinos métodos y sus destructivos impactos.
 
No existen ambientes que puedan escapar a la acción contaminante de la minería a cielo abierto. Además de las personas, el veneno minero también perjudica la fauna, la flora y a las actividades productivas como la agricultura y la ganadería. El daño alcanza a las cadenas tróficas y alimentarias, con lo cual aumentan los riesgos para la salud.
 
Por Dr Carlos A. Seara* y Roberto Luna**
* Dr Carlos A. Seara – Geólogo – Experto en Hidrogeología Naciones Unidas.
** Roberto Luna – Investigador de Temas Mineros.
 


 
 
Cómo y con qué contamina la minería a cielo abierto?
Hablando claro y sin vueltas, la minería a cielo abierto es una actividad en extremo venenosa y contaminante, porque dispersa en el aire el polvillo, polvo fugitivo o material particulado, elevado a la atmósfera con motivo de las explosiones con que se vuelan las montañas y de ese modo al fragmentarlas, se facilita su transporte en las minas hacia las respectivas plantas de trituración donde también es muy importante la cantidad de particulado desprendido.
 
Es una consecuencia de la actividad extractiva que los mineros no pueden ni podrán nunca controlar o manejar. Los vientos o corrientes aéreas arrastran ese polvillo a grandes distancias, depositándolo sobre extensas regiones, incluyendo ciudades y pueblos. Esto se suma a otros catastróficos resultados de la megaminería a cielo abierto, en especial la destrucción y contaminación de las fuentes de agua tanto superficiales como subterráneas y además de la contaminación del suelo.
 
Qué es lo que contiene ese polvillo?
El polvillo levantado en las minas está formado por partículas que contienen decenas de elementos químicos. La Geomedicina nos dice que son venenosos y tóxicos (Arsénico, Cadmio, Plomo y Mercurio) y finalmente los temibles radioactivos (Uranio, Torio y Cesio).
 
¿Cómo se contaminan o envenenan los ecosistemas?
El polvillo resultante de dinamitar las montañas y procesar las rocas en planta, está compuesto por partículas invisibles, extremadamente livianas aunque se trate de los elementos químicos radioactivos, que tienen mayor masa o “peso atómico” y los comúnmente conocidos como “metales pesados”. Por ello son fácilmente arrastradas por los vientos hacia zonas pobladas en las regiones circundantes, pudiendo alcanzar distancias de cientos de kilómetros. No olvidemos que en los desastres de las plantas nucleares de Chernobyl (Ucrania-1986), y de Fukushima (Japón-2011) los elementos radioactivos fugitivos como Uranio y Cesio fueron detectados a miles de kilómetros de distancia (Nueva York y Madrid).
 
Ese material particulado o polvillo se deposita en los suelos y en los cursos de agua. No existen ambientes que puedan escapar a la acción contaminante de la minería a cielo abierto. Además de las personas, el veneno minero también perjudica la fauna, la flora y a las actividades productivas como la agricultura y la ganadería. El daño alcanza a las cadenas tróficas y alimentarias, con lo cual aumentan los riesgos para la salud.
 
¿Cómo se produce el daño sobre la salud humana?
Al iniciarse una explotación minera a cielo abierto, los daños ambientales son inmediatos, profundos y duraderos. Las poblaciones locales no están lo suficiente informadas sobre los riesgos de la actividad minera, y entonces toman agua “envenenada” y respiran aire contaminado. Además, consumen alimentos contaminados por los metales tóxicos presentes en el agua y el suelo.
 
Hay que recalcar que la contaminación o veneno minero no es de carácter biológico, es decir no proviene de microorganismos, bacterias, virus, etc. Es de índole química por un lado y por otro radioactiva, lo que crea una situación de máxima amenaza para la salud pública.
 
Porqué hablamos del Uranio, Torio y Cesio?
Reiteramos que los estudios científicos geoquímicos y geofísicos hechos por el Segemar, han demostrado que todos los yacimientos, sin excepción, contienen siempre decenas de elementos químicos en diversa proporción, entre ellos los radioactivos Uranio, Torio y Cesio, que emiten radiación alfa, beta y gamma (Ver Chernobyl y Fukushima) y los tóxicos como el Arsénico, Plomo, Mercurio, etc.

El Uranio y sus “hijos” radioactivos, como el gas Radón, constituyen una seria amenaza para la salud de las poblaciones asentadas en regiones próximas a las explotaciones mineras, ya que tiene una alta acción cancerígena, porque sus isótopos destruyen o alteran el ADN y con ello el comportamiento de las células. (Ver Radiaciones Ionizantes)
 
¿Qué pasa con la salud de los empleados y operarios que trabajan en las minas?
Los geólogos y personal directivo de las mineras conocen a la perfección el efecto letal de las partículas del polvillo que levantan las explosiones y los movimientos en la planta de procesamiento (transporte, trituración, molienda, etc.). Para impedir la aparición de graves enfermedades entre el personal y no resentir la "productividad", realizan un riego intensivo y permanente con camiones-cisterna en los caminos adentro y fuera del cráter y las áreas de instalaciones, para evitar que vuele polvo y sea aspirado por los que allí trabajan, entre otras medidas preventivas. Esta actividad también demanda grandes cantidades de agua.
 
¿Es verdad, como dicen algunos, que no hay que preocuparse por los metales tóxicos pues están desde siempre en los ecosistemas y no han traído problemas?
Los metales radioactivos y tóxicos se distribuyen en la corteza terrestre en mínima cantidad y con un proceso de decantación natural, que los hace compatibles con la vida. Pero se convierten en contaminantes y venenosos cuando aumenta considerablemente su concentración y acumulación en los ecosistemas a causa de las emisiones de polvillo venenoso producto de la minería a cielo abierto, en especial.
 
El efecto concentrado de gran cantidad de metales tóxicos que súbitamente aparecen por la minería en una región, causan estragos en el ecosistema y en la salud humana.
 
¿Es posible un cambio de tecnología para extraer el mineral diseminado en la roca?
No, no es posible porque la actual tecnología no ofrece otras opciones fuera de la minería a cielo abierto, que implica la absoluta destrucción con explosivos de las montañas, del paisaje y los ecosistemas. En consecuencia este sistema extractivo es absolutamente inviable.
 
¿Se puede reducir o anular la emisión del polvillo en la demolición de los cerros, sierras y montañas?
En la práctica resulta imposible reducir la nube de polvo con mineral incluído que levantan los explosivos al estallar. La apresurada extracción de metales requiere demoler las montañas, triturar y pulverizar rocas con urgencia, lo que se consigue con cargas explosivas de altísima potencia, que inevitablemente van a impulsar grandes cantidades de polvo tóxico hacia la atmósfera. Bajar las emisiones de polvillo se conseguiría usando poca dinamita pero eso significaría bajar la “productividad” y a la “gran minería” no le interesa.
 
¿Porqué lo referido a la contaminación minera tiene escasa difusión en el gran público?
La megaminería a cielo abierto (o el extractivismo irracional) es tan brutal en sus procedimientos que únicamente puede desarrollarse si el país y la sociedad donde se enquista, en forma previa o durante la explotación, son sometidos a una extraordinaria campaña de desinformación para ocultar o desvirtuar sus dañinos métodos y sus destructivos impactos. La perversión de la “corporación minera” reside en que conoce el real daño que causa y para ocultarlo ha montado una gigantesca red para acallar a la mayor parte de la prensa con sobornos.
La escasa información técnica que trasciende, es incompleta, tendenciosa y en muchos casos falsa. Por ejemplo, los mineros al referirse al “material” que posee un yacimiento, jamás revelan la Geoquímica (detalle y proporción de elementos químicos) e invariablemente hablan de Rocas (conjunto de minerales), con lo cual ocultan datos claves a la opinión pública.
 
Entonces, ¿cuál es la solución?
Hay una sola. La resistencia total a estas explotaciones asesinas, para forzar a los gobiernos a que por las vías institucionales que correspondan, promuevan la sanción de las Leyes de Prohibición absoluta de la explotación minera a cielo abierto.
https://www.ecoportal.net/temas-especiales/mineria/entre_los_venenos_mineros_esta_el_polvillo_de_las_explosiones/

4 comentarios:

  1. Es suficiente informacion para cierta gente o necesitan mas!
    No a las minas de uranio o similares!

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  2. Este trabajo merece la máxima difusión. Contribuyamos todos a conseguirlo. UNIDOS PODEMOS desenmascarar las mentiras de los poderosos y la irresponsable complicidad de los políticos, que llaman Ley a lo que no es Ley, Derecho a lo que no es Derecho, Justicia a lo que no lo es y progreso a lo que está años luz de serlo. EL DÍA 9, TODOS A SALAMANCA.

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  3. El artículo demuestra una total ignorancia, y una manipulación interesada.

    Es válido para quienes, sin tener un mínimo conocimiento técnico de los procesos que se realizan en una mina, se creen lo que cualquiera publica en un blog.

    No conozco los pormenores de la mina de Retortillo, pero meter a toda la minería a cielo abierto en el mismo saco, es como mínimo, injusto.

    Un saludo.

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  4. Querido amigo: No eleves la técnica a un Dios, que NO LO ES. Y, para tu información debes saber que conocemos perfectamente LO QUE DECIMOS.

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