LAS MINAS DE URANIO DE BERKELEY EN RETORTILLO Y VILLAVIEJA DE YELTES CONTINUAN PARALIZADAS.

Respuesta a la carta de Berkeley al Grupo Socialista de la Diputación Provincial.

 

LAS MINAS DE URANIO DE BERKELEY EN RETORTILLO Y VILLAVIEJA DE YELTES CONTINUAN PARALIZADAS

EQUO (Partido Verde Europeo) y la Plataforma “Stop Uranio” han tenido acceso a la extensa carta (15 folios), que la empresa Berkeley M.E. S.A. ha dirigido al Grupo Socialista en la Diputación Provincial de Salamanca en relación con el impacto que el proyecto de explotación de las minas de uranio de Retortillo-Santidad tendrá sobre el Balneario de Retortillo. Sin entrar a comentar todos los aspectos de la carta debido a su extensión y a su redacción, que describe una explotación idílica, como si de un paraíso bucólico se tratara, sí nos resulta  imprescindible hacer público lo siguiente:

 

1.- Afirma que el uranio ya está de forma natural en el terreno y el tratamiento  que se va a hacer no tiene incidencia para la salud, más allá de la que pueda tener ahora. Sabiendo que esto no se ajusta a la verdad, pues el mismo proyecto contempla impactos negativos por la liberación masiva de gas radón por las explosiones y megavoladuras que se van a hacer de forma diaria para la obtención del uranio. Y aunque lo traten de ocultar tiene efectos radiactivos, tanto en su tratamiento, como en sus residuos, como ha dejado claro el Consejo de Seguridad Nuclear.

 

2.- En relación con el Balneario, todas las personas que viven en la zona, los propios trabajadores del Balneario y los que conocemos el proyecto sabemos, que la realidad es que si la explotación de estas minas de uranio se lleva a cabo supone la muerte y el cierre del Balneario de Retortillo. Decir, como hace la empresa Berkeley, que la explotación de las minas de uranio no va a afectar al Balneario, es ocultar la realidad: se harán cinco megavoladuras a la semana, con el polvo y el gas radón que ellas liberarán; más de 200.000 M3 de movimientos de tierra al año y el procesado de 2.000.000 de toneladas/año de mineral de uranio; y todo esto a escasos 1 Km de las instalaciones del propio Balneario.

 

En el mismo proyecto de Berkeley (EsIA)  se asumen los impactos negativos sobre el Balneario, cuando admite (página 380) “el potencial descenso del número de clientes”, al mencionar afecciones indirectas.

 

3.- La carta trata de tergiversar la realidad al confundir expresamente el perímetro de protección del Balneario, con un contorno de seguridad en la actividad de obtención del uranio que lleva a cabo el proyecto de las minas. El perímetro de protección del Balneario de Retortillo es frente a otras extracciones de agua, para no afectar al flujo del agua. No es un perímetro de seguridad para otras actividades, como la extracción minera de uranio, que la carta la trata como si fuera inocua. Ese perímetro de protección tampoco asegura que la extracción del uranio por Berkeley, no afecte a la calidad de las aguas subterráneas.

 

4.- Si Berkeley M.E  tuviera, de verdad,  ánimo de aclarar y explicar las bondades de su proyecto de minería de uranio, ha tenido oportunidad de hacerlo, pues le invitamos expresamente a participar en una mesa redonda que se celebró en Villavieja de Yeltes y no quiso asistir. Allí hubiera sido el lugar para explicar su posición y no en una carta que no admite confrontar las distintas opiniones sobre este peligroso proyecto.

 

5.- En relación con la importancia del proyecto para la creación de empleo y de “tejido industrial” en la zona, nos parece inmoral que se juegue de esta manera tan vil con las necesidades de las personas, de los vecinos de Retortillo, de Villavieja y de los pueblos de la zona. Empleo temporal, para un máximo de 11 años, a cambio de la destrucción del empleo actual del Balneario y de las actividades ganaderas, agrícolas y de turismo que actualmente existen en estos pueblos y de la destrucción de su futuro. ¿Quién comercializará y comprará productos ganaderos o agrícolas producidos en una zona con una explotación de minería de uranio a cielo abierto?. 

 

6.- Según Berkeley,  las organizaciones, plataformas y ciudadanos que nos oponemos a este proyecto, nos olvidamos de la importancia de la minería. Sólo decir, que esta no es una minería cualquiera, que este proyecto es de minería de uranio, con liberación de gas radón y con consecuencias de contaminación radiactiva, en su explotación y en sus residuos, con la utilización de  42.000 toneladas de ácido sulfúrico, 16.000 litros de sosa caustica y 10.000 litros de ácido clorhídrico anualmente. Además, la empresa quiere utilizar los huecos de mina como almacén de los residuos radiactivos, altamente contaminantes y peligrosos.

 

Queremos insistir en que no nos oponemos al desarrollo y a la prosperidad de la zona de acuerdo con los usos actuales de la economía de la dehesa y de otros compatibles y demandamos el apoyo de las Instituciones Públicas para el desarrollo de estas economías vinculadas a la ganadería y agricultura y al agroturismo.

 

7.-Olvida Berkeley en la carta, un dato importante y es que la tramitación de sus permisos para el comienzo de la explotación de estas minas, está paralizado, al menos durante un año, a partir del día que presente la documentación que le ha requerido el Consejo de Seguridad Nuclear. Entre esta documentación destaca la elaboración y presentación al CSN de un nuevo Programa de vigilancia radiológica ambiental preoperacional, que evaluará el CSN y que incluirá un gran número de estudios y documentos, entre ellos, “un análisis previo de la seguridad del proyecto de almacenamiento de los residuos radiactivos que justifique su idoneidad y las características geológicas, hidrogeológicas, geoquímicas, tectónicas y sísmicas del emplazamiento seleccionado y su comportamiento a largo plazo”.

 

Y mientras esto no sea evaluado positivamente, no podrá la empresa Berkeley poner en marcha este proyecto de minería de uranio a cielo abierto en Retortillo y Santidad, que supondría la ruina económica, ambiental y social para la zona y sus habitantes.

 

Como epílogo final, comentar que si tan idílico es el panorama ante la explotación que quieren acometer, el mejor criterio sería dejar las cosas en su sitio. Las gentes de bien lo agradeceríamos y el ecosistema también.  

BALNEARIO DE RETORTILLO