ASÍ SOMOS EN BOADA, NUESTRO PUEBLO
Ayer, víspera de La Asunción, unos cien vecinos de Boada quisimos rememorar el antepasado agricultor de nuestros antecesores. Para ello sacamos la ropa y utensilios ya guardados y por una tarde nos pusimos en el lugar de ellos.
Quedamos en el Pozo de beber para desde allí partir todos juntos al campo. Esta imagen muestra a todos los participantes.
Antes de salir, no olvidamos la merienda y el agua fresca. Las fiambreras, botellas forradas en corcho y las cántaras de barro sirvieron para llevar las fiambres y agua.
De todas las casas, fueron saliendo los agricultores con sus aperos
Estas jóvenes zagalas, pararon en la plaza para posar ante conocidos y curiosos. Se agradeció el vino y el hornazo.
Miembros de una familia, antes de comerzar la faena.
De esta vivienda salieron estos tres campesinos con la merienda, el agua y la guadaña.
Ya en el campo, realizamos tareas propias del verano. Con tanta mano de obra el trabajo fue terminado.
Antes de regresar, se abrieron las cestas y fiambreras y sentados en el suelo merendamos con ganas y alegria. El lomo embuchado de la matanza en Navidad fue lo más sabroso, aunque el torresno, chorizo, salchichón, morcilla y farinato, tambien fueron del agrado de todos.
A pesar del cansancio, el rato de la merienda fue muy ameno y nos divertimos.
De regreso al pueblo, parada de nuevo en el Pozo de beber para refrescar con el mismo agua que bebian nuestros antepasados.
Ya en las calles del pueblo, cada uno se dirigió a su hogar para mudarse y descansar.
Con este saludo, nos despedimos de esta jornada que fue muy saludable y a la vez sirvió para que todos nos demos cuenta que cuando se quiere, con muy poquito y sin gasto alguno, nos podemos divertir como los que más y crear convivencia.
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