18 de marzo de 2021

LA LEY QUE SERÁ EL IMPEDIMENTO DEFINITIVO PARA QUE BERKELEY EXTRIAGA URANIO EN RETORTILLO (SALAMANCA)

 Movimientos en el sector de la energía

Sánchez prepara la luz roja a la minera Berkeley.

El Congreso se prepara para votar la ley que impedirá a la compañía minera australiana seguir con el plan de extraer uranio en Salamanca.

Entrada a instalaciones, sin apenas actividad ni personal, de Berkeley en Retortillo. 


Los grupos parlamentarios han concluido el debate en ponencia de las enmiendas presentadas al proyecto de ley de Cambio Climático del Gobierno y la votación de la norma se espera en torno a Semana Santa, según fuentes de la Comisión de Energía del Congreso. 

Balanza administrativa

La balanza política y administrativa es menos favorable para Berkeley y su proyecto de extracción de uranio en Retortillo (Salamanca). La tramitación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para alcanzar la neutralidad de emisiones a más tardar en 2050 está a punto de culminar y en la misma se incluye una enmienda pactada entre PSOE y Unidas Podemos -con el ojo supervisor de Transición Ecológica- que puede taponar definitivamente el proyecto de mina iniciado hace una década.

La enmienda inicial de PSOE y UP  prohibía "la investigación y el aprovechamiento de minerales radiactivos (...) en todo el territorio nacional". Fue retocada para esquivar posibles reclamaciones de Berkeley. En la nueva redacción (artículo 8 bis) a partir de la entrada en vigor de la ley, no se admitirán nuevas solicitudes "para el otorgamiento de permisos de exploración, permisos de investigación o concesiones directas de explotación, ni sus prórrogas (...)" relacionados con yacimientos de minerales radiactivos.

Aunque Berkeley sostiene que la nueva ley sólo afectará a proyectos futuros, tiene ante sí un horizonte complicado.  La multinacional ha solicitado autorización para construir construir la planta de concentrados de uranio en la explotación de Retortillo, pero la dirección del CSN encargada de dictaminar sobre la solicitud no ha elevado aún informe alguno al pleno. Además, Berkeley tiene que solicitar aún una autorización de explotación y es posible que  la ley del Clima, con su cláusula de prohibición, sea aprobada en el Congreso antes de que el Consejo de Seguridad se pronuncie.

La compañía australiana todavía tiene que pasar otro mal trago. El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) Josep María Serena tiene pendiente una comparecencia en el Congreso para explicar supuestas presiones recibidas por parte de la empresa y de su entorno. Según fuentes del Consejo, Serena recibió hasta cinco cartas, incluida una de una dirección general de la Junta de Castilla-León. La comparecencia de Serena se aplazó este mes por problemas de tramitación en el Congreso.

Dehesa de encinas
https://www.lainformacion.com/empresas/sanchez-luz-verde-fm-naturgy-roja-berkeley/2832712/

14 de marzo de 2021

EL PROYECTO "FRAGMENTADO" DE BERKELEY CONDUCE A INEFICACIA REGULADORA Y A CONFUSIÓN ADMINISTRATIVA INACEPTABLE.

Ante el próximo informe del CSN sobre las instalaciones radiactivas del ciclo de combustible nuclear que Berkeley pretende construir en Retortillo para su proyecto minero.

Conclusiones de un Consejero que dejan bien claro y justificada la NO AUTORIZACIÓN de las mismas. 



De acuerdo con el Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas la Planta de fabricación de concentrados de uranio de Retortillo y el almacenamiento de sus residuos radiactivos en huecos de mina, se considera una instalación radiactiva de primera categoría del ciclo de combustible nuclear y, por tanto, ha de obtener las autorizaciones previas, de construcción, de explotación, y de desmantelamiento, cuya concesión corresponde al Ministerio para la Transición Ecológica, previo informe preceptivo y vinculante si es negativo, o si no lo fuera, vinculante con las condiciones que pudiera imponer el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). 

El 17 de septiembre, de la Secretaría de Estado de Energía, del entonces Ministerio de Industria, Energía y Turismo (BOE 25- 09-15}, se concedió a Berkeley Minera España la autorización previa como instalación radiactiva de primera categoría del ciclo de combustible nuclear para la  Planta de fabricación de concentrados de uranio de Retortillo, tras haber obtenido informe favorable del CSN, sin unanimidad, el 8 de julio de 2015. Su obtención facultó al titular para solicitar la autorización de construcción de la instalación, que solicitó al ministerio el 4 de diciembre de 2015, con serias deficiencias en la documentación presentada. Al no ser subsanadas estas deficiencias, el ministerio procedió al archivo del expediente mediante Orden de 27 de junio de 2016.

Que, posteriormente, Berkeley presentó una nueva solicitud de construcción de la instalación, el 7 de septiembre de 2016.

Mediante Orden de 18 de enero de 2017, el MINETAD suspendió el procedimiento de autorización de construcción de la Planta, con carácter indefinido, hasta la emisión del informe del CSN.



Que el 7 de mayo de 2018, el CSN recibió por parte del MINETAD solicitud de informe sobre la justificación radiológica de una práctica que pretende llevar a cabo BME,  consistente en el almacenamiento definitivo de residuos radiactivos en el hueco minero de una nueva explotación minera denominada Zona 7 (situada a 9 kilómetros de la explotación minera de Retortillo), en el colindante municipio de Villavieja de Yeltes. De acuerdo al informe aprobado por unanimidad por el Pleno del CSN en julio de 2018, la modificación que conlleva la Zona 7 " ... tendrá unos resultados diferentes y no deseables al crear un almacenamiento definitivo de residuos radiactivos con obligaciones de vigilancia perpetua, a 9 kilómetros de otro [almacenamiento definitivo en Retortillo] en proceso de licenciamiento, lo que representa una carga adicional para las generaciones futuras que debe ser tenida en cuenta conforme a lo establecido en la legislación vigente".

La Declaración de Impacto ambiental (DIA) concedida por parte de la Junta de Castilla y León (BOCYL de 9 de enero de 2014) tenía una validez de cinco años, lo cual podría cuestionar, a fecha de hoy, su actual vigencia.

El Ayuntamiento de Retortillo emitió una resolución con fecha 19 de diciembre de 2018 por la que deniega la Licencia Urbanística a la empresa minera Berkeley para comenzar las obras de la mina y planta de concentrado de uranio.

Todos estos antecedentes revelan que el proyecto minero y metalúrgico de Berkeley se desarrolla en distintas vertientes: las explotaciones mineras, la planta de tratamiento del mineral y el almacenamiento definitivo de los residuos radiactivos que, por compartir un mismo emplazamiento, son, desde el punto de vista de la seguridad nuclear y de la protección radiológica, interdependientes entre sí. Y esta interdependencia convierte, desde el punto de vista técnico, en un único proyecto lo que está siendo tratado como si fueran proyectos distintos. Por consiguiente, este consejero considera que, a efectos de los análisis del CSN, los expedientes en curso deberían ser refundidos en uno solo con objeto de que las afectaciones en materia de seguridad puedan ser analizadas de manera conjunta desde lo que interesa a la protección radiológica y a la seguridad nuclear.

La vía seguida por Berkeley, presentando de forma separada proyectos que están íntimamente interrelacionados desde el punto de vista técnico y medioambiental, conduce a ineficacia reguladora y a confusión administrativa, inaceptable desde el punto de vista de la regulación, por lo que sería necesario disponer de información completa, detallada, global y precisa del proyecto minero, para poder ser analizado y, en su caso, licenciado en su conjunto de manera coherente y consistente, no como piezas separadas unas de otras entre mina y planta, explotación en zona 7 y almacenamientos en huecos mineros, en relación con las cuales se presentan programas o se realizan solicitudes cuya apreciación favorable de unas u otras por el CSN podrían llevar a confusión reguladora en relación con la resolución final de este proyecto. 



 Por consiguiente, este consejero considera que no debe avalar la continuidad del licenciamiento de este proyecto minero y metalúrgico en ninguna de sus vertientes (para la obtención del informe relativo a la autorización de construcción) hasta que el Pleno no haya deliberado y tomado una decisión sobre cómo unificar, armonizar y homogenizar todos los expedientes relacionados tanto con las explotaciones mineras de Retortillo y Zona 7, como con la planta de tratamiento del mineral extraído y el almacenamiento definitivo de sus residuos radiactivos. Y esto con objeto de evitar cualquier presunción, en un sentido o en otro, de que el proceso de licenciamiento progresa irremediablemente hacia una decisión final, que, a día de hoy, carece de todo fundamento.

Aparte estas consideraciones, sería muy conveniente aclarar en qué situación se encuentran los diferentes expedientes administrativos instruidos por las diferentes administraciones públicas involucradas en este proyecto, así como si las competencias ejercidas por unas u otras han sido adecuadas a derecho a la vista de la complejidad que ha ido adquiriendo el proyecto. Todo ello con el fin de obtener un conocimiento completo y cabal del estado administrativo en el que se encuentra el proyecto.

 Jorge Fabra Utray. Consejero del CSN. Madrid, 9 de enero de 2019  



 

10 de marzo de 2021

BERKELEY MINERA: ANTES DE AMENAZAR, PAGA POR LAS ENCINAS Y DESTROZOS ILEGALES QUE HICISTE EN RETORTILLO.

SI SIGUE LA MINA, PERDEREMOS TAMBIÉN LA FE EN ESTE GOBIERNO.

En breve espacio de tiempo el Consejo de Seguridad Nuclear decidirá sobre la suerte de la mina de uranio que Berkeley abrió en Retortillo, y por extensión, de toda la parte oeste de la provincia de Salamanca, lo cual no es nada baladí.


Tienen en ese Consejo que decidir si se entregan a los inversores de Berkeley, con sus planes de trabajo para diez años en la zona, a cambio de dejar inservibles las tierras y sus aguas para los siglos de los siglos, pues no sólo figura su explotación, sino además un cementerio nuclear, el cual cuando concedían permisos desde la Junta de Castilla y León los del PP, el de Beleña negaba que esto estuviera en los planes. Esto conllevaría un tratamiento eterno para evitar grandes desastres, el cual no figura en el estudio financiero de la empresa, más que con una cantidad irrisoria para el cierre de la mina. Es decir, que pasados unos pocos años estaremos sin los puestos de trabajo, con los destrozos causados, no han empezado y ya van tres mil encinas desaparecidas en combate, y dejando unos gastos de vigilancia caros y eternos de los que se desentienden y tendría que encajar el erario público.


Por tanto, en ese Consejo formado mayoritariamente por miembros del PSOE y Podemos, en principio lo tiene fácil hacia donde inclinarse, con el escollo de que los permisos concedidos lo que podrían acarrear, por ellos Berkeley se ha descolgado pidiendo 500 millones de euros, con lo cual, si el negocio no lo hacen de una manera lo buscan de otra. Esperemos que sepan desde el Estado invertirlo, y pedirles a ellos por los daños ya causados los millones que le correspondan a esas tres mil encinas arrancadas y a ese enorme agujero de la balsa.



Todo lo que nos jugamos está para cualquier profano casi claro, esperemos que para ellos también, y que además sean conscientes de que hay otra cosa más muy importante en juego, y es la fe en aquellos que ponemos en sus manos nuestros destinos. Si ahora ceden, y dejan seguir el desastre, o pagan tanto o más que si lo llevaran adelante para salir de sus garras, no sólo perderíamos todo eso, si no también la poca fe que a los ciudadanos le va quedando en ellos, cuestión que tiene mucho, pero que mucho, peligro para el ya tan zarandeado el sistema democrático.


http://www.ciudadrodrigo.net/2021/03/01/tambien-la-fe-por-jose-luis-sanchez-tosal-perez/

4 de marzo de 2021

COMUNICADO DE SALAMANCA ANTINUCLEAR AL CSN.

 COMUNICADO DE SALAMANCA ANTINUCLEAR AL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR

POR LA SEGURIDAD NUCLEAR DE LAS GENERACIONES FUTURAS DIGAN NO A LA PLANTA DE TRATAMIENTO Y EL CEMENTERIO NUCLEAR DE RETORTILLO!!



No son luchas que deban ignorarse entre sí, es la misma lucha, Antinuclear es estar contra la minería de Uranio, contra las centrales que se abastecen de él, contra los cementerios nucleares, y contra las plantas de tratamiento y procesado.
En Salamanca ya se intentó poner un cementerio nuclear en pleno parque natural de Las Arribes del Duero, pero los salmantinos luchamos y lo impedimos y ahora debemos seguir luchando para que no solo no abran la mina de uranio en Retortillo-Villavieja, es que con ella vendría la instalación de una planta de procesado mineral para extraer el óxido de uranio que es lo que sirve para ser enriquecido después y luego convertido en torres de pilas, esto ya se fabrica en “la gasolinera nuclear” de Enusa en Juzbado (Salamanca), también estamos en contra. En todo el proceso se generan y se generarían residuos nucleares radiactivos, metales pesados y liberación de gases radiactivos (Radón).
Nos oponemos frontalmente a la extracción de Uranio pero también a que en Salamanca se instale en el hueco de la mina un cementerio de residuos, al que quién sabe si allí no enterrarían basura procedente de otros lugares.
En Salamanca tenemos experiencia en minas de Uranio, ya en Saelices El Chico, no muy lejos de Retortillo en la comarca de Ciudad Rodrigo, hubo una mina de estas características, con su planta de procesamiento, su basura y su cementerio, ENUSA es la encargada de velar que la radiactividad no salga de allí, mucho abría que hablar de las consecuencias silenciadas de aquella mina y la planta Quercus, qué paradoja llamar a una planta contaminante con el nombre del árbol que es emblema de esta provincia y que Berkeley Minera ha destruido varios miles de milenarias de ellas para intentar hacer un hoyo especular y sin permisos.
Tenemos que decirle al Consejo de Seguridad Nuclear algo que no pueden pasar por alto, a los consejeros les ha dolido que Berkeley Minera o sea Bellón del Rosal, les haya presionado para que extiendan un informe favorable, pero hay algo que duele más que el orgullo de no poder hacer un trabajo de seguridad nuclear con independencia y es que venga una empresa privada multinacional y con todo el morro, que no el visto bueno, y se dedique durante más de 12 años a destruir la vida y llevarse el dinero, y ahora quieran que un organismo público les de ese visto bueno para poner un cementerio de residuos de una mina de uranio, insistimos:
¿Quién va a vigilar ese cementerio cuando Berkeley se vaya dentro de otros 10 años y se cansen de taladrar y explotar el suelo?
¿Quién va a pagar los gastos de vigilarlo durante los próximos 200 o 500 años?
¿A quién se le pedirán responsabilidades si la mina produce cáncer y muere la gente de los pueblos de alrededor y los trabajadores?



LOS VAMOS A PAGAR TODOS, LOS DE SIEMPRE, QUE ADEMÁS DE HACERLES EL TRABAJO SUCIO NOS DEJAN LA SUCIEDAD ETERNA, PERO ELLOS SE LLEVARÁN EL DINERO QUE HAN ESPECULADO CON EL SUDOR DE UN RATÓN INALÁMBRICO MIENTRAS NOS METÍAN EN EL HOYO MENTIROSO DE LAS PROMESAS LABORALES INFINITAS Y LA RIQUEZA ETERNA, ETERNA ES LA MUERTE UNA VEZ QUE ENTIERRAS A LA VÍCTIMA, Y SALAMANCA, CONCRETAMENTE RETORTILLO NO QUIERE SER VÍCTIMA NI MUERTO ENTERRADO EN UN SARCÓFAGO DE SEGURIDAD RADIACTIVA.
QUE QUIERE SER RECONOCIDO COMO EL SEGUNDO PARQUE NATURAL DE DEHESA EN TODA EUROPA, ESO SÍ QUE ES FUTURO Y SALVARÍA EL BALNEARIO, LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA, PORQUE ATRAERÍA TURISMO SOSTENIBLE Y ECOLOGISTA, PROTEGIENDO LA ECONOMÍA DE LA ZONA, Y LO MÁS IMPORTANTE LA VIDA SALVAJE Y LAS ESPECIES EN VÍAS DE EXTINCIÓN COMO LA SARDA SALMANTINA, ÚNICA EN EL MUNDO Y QUIZÁS TAMBIÉN PODRÍAMOS TENER UN CENTRO DE ESTUDIO, CONSERVACIÓN E INTERPRETACIÓN DE AVES, ANFIBIOS, REPTILES, ÁRBOLES Y VEGETALES.
CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR ACUÉRDENSE DE ESTAS PALABRAS, QUE NO QUEDEN EN SACO ROTO!!

23 de febrero de 2021

CARPETAZO DEFINITIVO A LA MINA DE URANIO DE RETORTILLO (SALAMANCA)

Congreso acuerda que no se autorizarán más hidrocarburos ni minería de uranio tras la ley de cambio climático.

Podemos asegura que con este cambio podría darse carpetazo definitivamente a la mina de uranio de Retortillo (Salamanca).


La entrada en vigor de la futura Ley de Cambio Climático y Transición energética pondrá fin a la posibilidad de nuevas autorizaciones de exploración o explotación de hidrocarburos así como de minería de materiales radiactivos, según ha acordado este martes la Ponencia del Congreso que negocia el citado proyecto legislativo.

La enmienda transaccional al artículo 8, propuesta de PSOE y Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, ha salido adelante con el apoyo del PP, EH-Bildu, Teruel Existe y ERC; la abstención de PNV y Cs y el voto en contra de Más País y Vox.

De este modo, el texto propuesto por la ponencia establece que cuando entre en vigor la ley "no se admitirán nuevas solicitudes" para otorgar permisos de exploración, permisos de investigación o concesiones directas de explotación, ni sus prórrogas, regulados al amparo de la Ley 22/1973, de 21 de julio, de minas, de minerales radiactivos, tal y como se definen en la Ley 25/1964, de 29 de abril, sobre energía nuclear, cuando tales recursos sean extraídos por sus propiedades radiactivas, fisionables o fértiles.

Además, añade que a la entrada en vigor de la ley ya no se admitirán "nuevas solicitudes" para la autorización de instalaciones radiactivas del ciclo del combustible nuclear para procesar esos minerales radiactivos". Se refiere en particular a las que están "definidas como tal en el Reglamento de Instalaciones nucleares y radiactivas".



En la actualidad la empresa australiana Berkeley Minera ha solicitado autorización para extraer uranio en la mina de Retortillo (Salamanca). El expediente está pendiente del dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que es preceptivo --aunque no vinculante de ser favorable-- para que el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico autorice o no la concesión minera.

En ese sentido, el diputado de Unidas Podemos, Juan López de Uralde, ha explicado a Europa Press que en caso de que este permiso no esté concedido antes de que la ley de cambio climático entre en vigor, supondría dar el carpetazo definitivo al proyecto de minería de uranio a cielo abierto en la localidad salmantina.

Recientemente la empresa ha urgido al CSN que evacue a la mayor brevedad el informe definitivo sobre el proyecto minero, de acuerdo con la solicitud planteada, y ha lamentado que el retraso de más de dos años en la terminación del expediente por parte del regulador basándose en criterios exclusivamente técnicos.

Este informe es necesario para completar la tramitación en el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Sin embargo, desde el regulador se ha interpretado que la expresión de esta urgencia por carta al presidente del CSN como un intento de presión que ha sido puesta en conocimiento de la Comisión para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. El presidente del CSN, José María Serena i Sender comparecerá ante la citada comisión el próximo 8 de marzo.

22 de febrero de 2021

LA MINA DE URANIO CONLLEVA "RIESGOS AMBIENTALES, SOCIALES Y DE SALUD QUE SON INACEPTABLES".

Las principales organizaciones ecologistas del país rechazan los argumentos de Berkeley para abrir la mina de uranio de Retortillo

Las organizaciones Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF  alertan sobre la argumentación que la multinacional australiana Berkeley defiende para llevar a cabo la apertura de la mina, aduciendo un aumento de la inversión económica y creación de puestos de trabajo, y piden en su lugar fomentar empleos "estables, duraderos y sostenibles en la zona" y no contraponer desarrollo y empleo a la conservación de la naturaleza.

Las cinco organizaciones reiteran que el proyecto de mina de uranio a cielo abierto de Retortillo y la planta de fabricación de concentrados de uranio asociada conllevan riesgos ambientales, sociales y sobre la salud que son inaceptables. "La multinacional emplea argumentos de inversión económica como una oportunidad de futuro, vulnerando la seguridad, la salud y un futuro para los habitantes de la zona", critican.

Asimismo, recuerdan que, desde un principio, la autorización de este proyecto de alto riesgo ha estado rodeada de graves irregularidades, enorme polémica y una gran oposición local. Así, el proyecto obtuvo "inexplicablemente" una declaración de impacto ambiental positiva por parte de la Junta de Castilla y León (BOCYL de 8 de octubre de 2013) pese a que la Evaluación de Impacto Ambiental no valoraba la mayor parte de los graves riesgos ambientales asociados ni, aún más grave, los impactos sobre el medio y las personas dedicadas a la producción y almacenamiento de residuos radiactivos.

Hace unas semanas, el Consejo de Seguridad Nuclear denunció presiones de la Junta de Castilla y León y de Berkeley para autorizar la que sería la única mina a cielo abierto de la Unión Europea. En concreto, fue el entonces director de Energía y Minas de la Junta de Castilla y León, Ricardo González Mantero, quien envió una carta al CSN que su presidente considera contenía "solicitudes e insinuaciones impropias”. Estas asociaciones rechazan las amenazas de emprender acciones judiciales si el Parlamento, en el ejercicio de sus funciones, toma la decisión de prohibir la minería de uranio en el país.

Impacto en el medio.

Las organizaciones señalan que, hasta el momento, la empresa ha destrozado 40 hectáreas de arbolado y ha enfrentado a la población local. Las entidades ambientales recuerdan que lo único que posee la empresa son unas pequeñas instalaciones prefabricadas que rompen la belleza paisajística del entorno del río Yeltes, espacio incluido en la Red Natura 2000 al ser considerado una Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Ante lo que consideran una "nueva jugada" de la multinacional para argumentar el desarrollo del proyecto, las ONG ambientales ponen de manifiesto que la única salida viable a medio plazo de la actual crisis social, ambiental y económica "pasa por tomar medidas valientes y de forma urgente, que se ajusten a los objetivos de reducción de emisiones y descarbonización y a las estrategias para mejorar la biodiversidad y reducir la contaminación. Y todo ello, en el marco de una transición justa, que no deje a nadie atrás".

Las OG creen que lejos de promover el desarrollo sostenible y la creación de empleo de calidad, este proyecto minero pondría en riesgo la economía y la salud local, acabando de forma inmediata con actividades tradicionales como la ganadería de vacuno o el turismo rural y termal que hay en la zona.

Las principales organizaciones ecologistas del país rechazan los argumentos de Berkeley para abrir la mina de uranio de Retortillo (eldiario.es)  

21 de febrero de 2021

LA HORA DE LA VERDAD PARA LA MINA DE URANIO QUE AMENAZA LA DEHESA DE RETORTILLO

Tras más de una década de polémicas, el Consejo de Seguridad Nuclear y la nueva ley de cambio climático pueden enterrar el proyecto minero de Berkeley, que dejaría un legado de residuos radiactivos para las generaciones futuras. La empresa amenaza con una demanda de 500 millones si se frena su aventura.


La bola de nieve en la que se ha convertido la mina de uranio de Retortillo es gigante después de rodar casi una década. Pero, tras años en los que las Administraciones no han frenado su marcha, se acerca la hora de la verdad para este polémico proyecto que amenaza la dehesa salmantina y que dejaría tras de sí un rastro perpetuo en forma de residuos radiactivos de los que deberán hacerse cargo las futuras generaciones. 

Por un lado, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) está terminando el análisis del permiso clave para la construcción de la planta de procesamiento del uranio; si no se concede esa autorización, todo el proyecto de la mina sería inviable económicamente. Por otro, PSOE y Unidas Podemos han pactado una enmienda a la futura ley de cambio climático que cierra la puerta en España a esta mina en concreto y a la minería del uranio en general. La empresa promotora, Berkeley, amenaza con reclamar 500 millones de euros al Estado si la ley climática frena sus intenciones. 

“Desde el 14 de marzo por aquí no viene nadie”, se lamentan al borde de la carretera Eugenia González (73 años) y Tomás Romo (68). Tienen cuatro hijos, un perro llamado Pipo y un bar junto al Balneario de Retortillo, uno de los principales motores económicos de la zona. A ellos, como a todos, la crisis de la covid les ha golpeado fuerte el bolsillo porque el hotel lleva desde la primavera del año pasado cerrado. Esperan que la pandemia pase, y lo que más les preocupa es que la mina salga adelante. La explotación estaría pegada al balneario, que tiene más de un siglo de vida y 140 habitaciones. “Que nos dejen tranquilos, que se marchen”, pide Romo a Berkeley. “Esto es un paraíso”, añade sobre la belleza de este lugar sembrado de encinas centenarias y granito. 

“Explotación minera”, se lee en un cartel amarillo a unos cientos de metros del bar de este matrimonio. “Peligro, materias explosivas”, avisa otro a pesar de que el sonido más fuerte que se puede oír aquí es el mugido de la vaca que pasta frente a la valla en la que está colgado el letrero. Un poco más allá, una pancarta descolorida y medio caída defiende el proyecto: “Sí a la mina, al trabajo, al futuro”. Estos avisos amarillos y los cartelones están colocados en las parcelas que Berkeley ha ido adquiriendo en los últimos años para desarrollar un proyecto de más de 680 hectáreas. “No a la mina, sí a la vida”, responden otras pintadas contra la explotación diseminadas por fachadas y señales de tráfico. 

Esta discusión muda entre carteles y pintadas resume bien la división que hay respecto a los planes de Berkeley, una empresa que se dice minera pero que ni explota ni ha explotado nunca un yacimiento de uranio ni de ningún tipo, según admite el presidente de la compañía, Francisco Bellón. “Aquí hay gente de los dos bandos”, dice Eustaquio Martín (PP), alcalde de Retortillo, de 200 habitantes. “Los que tienen la vida resuelta están en contra de la mina”, describe el regidor con una brocha muy gorda. Él está a favor y reconoce que su empresa de servicios forestales ha trabajado para Berkeley en los últimos años.

La empresa Berkeley ha comprado varias parcelas en el municipio salmantino de Retortillo para extraer uranio en una explotación a cielo abierto. El proyecto contempla también una planta de procesado y el almacenamiento de residuos radiactivos.

Pese a no contar con todos los permisos, Berkeley ya ha realizado varios desmontes —que han implicado la eliminación de cientos de encinas—, ha horadado la tierra para crear una gran balsa e, incluso, inició una carretera cuya construcción está ahora paralizada. Esas son las cicatrices que se ven. Pero hay otras más profundas: “El mal que nos han hecho ya no nos lo quita nadie, yo no me hablo con mis hermanos”, dice Jesús Cruz, miembro de la plataforma Stop Uranio, que lleva años batallando contra el proyecto. “En todas las familias hay alguien a favor y en contra, las relaciones ya no son iguales que antes”, añade Juan Matías Garzón, el alcalde socialista del municipio vecino de Boada y contrario también a la mina. Este regidor hizo un referéndum entre los 300 habitantes de su pueblo. “Y el 98% de la gente está en contra”.

Pero, ¿en qué consiste este proyecto? Lo que pretende hacer Berkeley desde hace una década sin éxito es explotar una veta de uranio que hay bajo los pies del municipio de Retortillo y del vecino Villavieja de Yeltes (800 habitantes). Para ello se abrirían cinco cortas para extraer el mineral a cielo abierto. Sería la única mina de uranio operativa en Europa.

Pero el proyecto no se queda ahí: también se contempla la construcción de una planta de tratamiento para la fabricación de concentrados de uranio. Y, lo que resulta aún más conflictivo, en dos de esas cortas (una en Retortillo y otra en Villavieja) se enterrarán los residuos radiactivos que generarían los procesos llevados a cabo en esa planta. “Son residuos radiactivos de muy baja intensidad de vida larga, pero necesitan una vigilancia perpetua”, explican fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear.


La zona en la que se pretende llevar a cabo el proyecto está salpicada de encinas centenarias bajo las que pasta el ganado, una de las fuentes de sustento de los vecinos

Los planes de la empresa son operar estos yacimientos durante 10 años, aunque Bellón asegura que se podría llegar incluso hasta los 15. Luego, su programa económico prevé un plan de vigilancia con “un coste anual de 185.000 euros durante los cinco años posteriores a la finalización de la restauración”, es decir, 925.000 euros en total. La duda es qué ocurrirá después, a partir del sexto año, y quién asumirá las “obligaciones de vigilancia radiológica perpetuas”, como las ha definido el CSN en varios informes relativos al proyecto. En esos documentos técnicos ya se advierte de la carga que supondrá “para las generaciones futuras” este almacenaje de desechos radiactivos.

En España existió entre 1948 y 2000 una minería de uranio en yacimientos de Castilla y León, Extremadura y Andalucía. Pero a finales del siglo pasado Enusa, la empresa pública que ha operado todas esas minas del país, decidió cerrar la última de sus explotaciones al considerar que ya no era rentable. De la restauración y el control de los residuos radiactivos generados durante medio siglo con esta actividad se encarga Enusa y otra empresa pública: Enresa.

En el caso de Retortillo la situación es distinta. “Sería la primera vez que se concedería una autorización que generaría un volumen de residuos de minería del uranio a una empresa cuyo capital es 100% privado”, señala Nieves Gaitán, presidenta de la Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica. El temor de muchos es que, al final, una empresa privada explote este yacimiento salmantino (y obtenga sus beneficios) pero los costes de la vigilancia de los residuos los acaben pagando todos los españoles durante muchas generaciones.

“Que nos dejen tranquilos, que se marchen”, dice Tomás Romo, que posa junto a su esposa Eugenia González delante del bar que regentan junto al Balneario de Retortillo. Temen que la mina acabe con su negocio si finalmente sale adelante.

“A nosotros nos ofrecieron acabar la residencia de ancianos, construirnos un colegio nuevo”, dice Jorge Rodríguez, alcalde socialista de Villavieja de Yelves. Una llamada de teléfono interrumpe las explicaciones del regidor. “Yo no metería mi dinero ahí”, le dice a su interlocutor al cabo del rato. Al otro lado del teléfono una persona que se identifica como inversor le pregunta si su Consistorio tiene previsto conceder algún permiso nuevo a la mina y si cree que saldrá adelante. “Suele ocurrir”, explica el alcalde después de colgar. “Algunos inversores llaman al Ayuntamiento, le dan mi móvil y me preguntan sobre el proyecto”, apunta Rodríguez, quien también se opone a la mina.

Pese a no explotar ningún yacimiento y no contar con todos los permisos para empezar a operar, Berkeley cotiza en la Bolsa de Madrid. Y sus acciones tan pronto bajan un 50% un día como suben un 65% una semana después para volver a caer con fuerza al poco. Como una “burbuja de especulación” ha definido este proyecto el diputado de Unidas Podemos Juan López de Uralde en varias ocasiones.

La llamada que ha recibido Rodríguez mientras hablaba con los reporteros de EL PAÍS tiene una explicación. En los últimos días, las acciones de esta empresa, que también tiene sede en Londres y Australia, están subiendo entre rumores. Hace dos semanas, el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear comenzó el análisis del informe final para la autorización de la construcción de la planta de procesado del proyecto. De momento, los cinco consejeros del CSN (tres nombrados a propuesta del PSOE, uno de Podemos y otro de PP) han empezado a estudiar los informes sectoriales de la decena larga de áreas de este supervisor que se tienen que pronunciar. Las fuentes del organismo consultadas apuntan a que existen dudas técnicas respecto al proyecto, como las referidas a la hidrogeología de la zona y las posibles filtraciones de materiales peligros a los acuíferos. El trabajo de análisis de los informes técnicos tomará semanas, según estas fuentes, y la última palabra la tendrán los cinco consejeros del CSN. Luego, el Ministerio para la Transición Ecológica tendría que validar la autorización de construcción.

Este no sería el último permiso. Aún se necesitaría, entre otros, una autorización de explotación, que también dependería del Consejo de Seguridad Nuclear. Pero Bellón admite que este es un “momento muy importante” para su proyecto. Y no encuentra razones técnicas para que no se le conceda el visto bueno. “No se pueden obviar los permisos ya otorgados”, añade sobre los pronunciamientos que ha hecho el organismo en todo el proceso de licenciamiento.

El centenario Balneario de Retortillo, a orillas del río Yeltes, era hasta la pandemia el motor económico de la zona. Su viabilidad peligra si abre la mina, que se ubicaría justo detrás de este hotel de 140 habitaciones.

Berkeley tiene dos mantras: los más de 120 permisos que dice que ya tiene en su poder y los más de 1.000 empleos que dice que creará. Esas 120 autorizaciones (la empresa incluye ahí muchos trámites menores con las Administraciones) retratan muy bien uno de los principales problemas de esta aventura minera: la fragmentación del proyecto realizada por la empresa. “Han troceado el proyecto”, advierte Jorge Fabra, que fue consejero del CSN hasta 2019. “Debería agruparse todo en un solo expediente”, añade este economista, que en su etapa en el supervisor se mostró muy crítico con la tramitación que se estaba realizando.

Respecto al empleo, el plan de explotación contempla que los yacimientos de Retortillo y Villavieja de Yeltes supondrían la creación de 350 empleos en la fase de construcción y de 196 durante la explotación. El resto, hasta llegar al millar, serían indirectos, asegura en su documentación Berkeley.

“Estoy totalmente en contra”, dice junto a sus vacas Julián Sánchez. La empresa ha intentado comprarle las tierras a este ganadero, que hasta ahora ha resistido las presiones. “Yo como de la ganadería y mi familia trabaja en el balneario”, explica sobre la afección que tendría la mina sobre el empleo ya existente en esta zona muy castigada por la despoblación. “Me han ofrecido mucho por las tierras, pero no es cuestión de dinero”. Sánchez sabe que si la explotación lograra todos los permisos le podrían expropiar la parcela. Sin embargo, este ganadero opina como la mayoría de detractores del proyecto: “Esto no se va a hacer, no es rentable. El uranio es de baja calidad y hay poca cantidad”.

Julián Sánchez es ganadero y tiene 50 vacas. Su parcela es una de las que Berkeley intentó comprar. Aunque él se ha negado sabe que si finalmente se autorizara el proyecto, le podrían expropiar sus tierras. "Estoy totalmente en contra".

Rodríguez, el alcalde de Villavieja, recuerda que Berkeley y la empresa pública Enusa tenían un acuerdo de colaboración para explotar los yacimientos de uranio de Salamanca. Pero, según comunicó en 2012 Enusa, los estudios de viabilidad de Berkeley no acreditaban que la explotación de los recursos salmantinos “resulte viable y sostenible en el tiempo”. Berkeley presentó entonces una demanda contra Enusa en la Corte de Arbitraje Internacional, con sede en París, y valoró en 200 millones de dólares la compensación que reclamaba. “La demanda duró tres días”, sostiene Bellón, que explica que se llegó a un acuerdo por el que se le cedieron las dos reservas de uranio que ahora quieren operar. “El proyecto es económicamente viable”, insiste el presidente de Berkeley pese a las serías dudas que expresó Enusa.

La posibilidad de una demanda vuelve a sobrevolar esta polémica mina casi una década después. Ahora lo reclamado ascendería a 500 millones de euros. Los representantes de Berkeley han amenazado con esa demanda públicamente y también en varias cartas enviadas al CSN. En esos escritos, que el órgano supervisor ha interpretado como presiones, Bellón, sus abogados e, incluso, asociaciones de inversores, han advertido de que la aprobación de la enmienda de la ley de cambio climático llevaría a un pleito si frena su proyecto. El presidente de Berkeley confirma que su intención es acudir a los tribunales si con esa ley se les “expropian” los “derechos adquiridos” que tienen. 

“Yo creo que este proyecto no va a salir adelante”, insiste el alcalde de Villavieja de Yeltes. Rodríguez y su Ayuntamiento no se oponían al principio a la mina. Pero el regidor explica que todo cambió a partir de 2012, cuando se retiró Enusa y el proyecto cambió con la inclusión de una planta de tratamiento nueva y el almacenamiento de residuos radiactivos que esta aventura dejará como legado a las generaciones futuras. Una herencia muy distinta de las encinas centenarias que los habitantes de esta comarca recibieron en su día y que ahora están en peligro.

                       Pintada contra la mina de uranio de Retortillo (Salamanca).

https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2021-02-20/la-hora-de-la-verdad-para-la-mina-de-uranio-que-amenaza-la-dehesa-de-retortillo.html