11 de noviembre de 2014

¿QUÉ PREFIERES, ÁRBOLES O MINA DE URANIO?

Es lo que tiene ser un país empobrecido. Que los mercados nos tratan como a colonias tercermundistas.
Monte de encinas en Retortillo que destruirá la mina de uranio.
 
Imagínate un espacio natural único, idílico, cubierto de bosques y habitado por toda clase de especies en peligro de extinción, protegido por la Red Natura 2000. La joya de Europa. Pero eso no da dinero. Lo que importa es lo que hay debajo, su petróleo, diamantes, oro o uranio.
 
Esto último es lo que busca Berkeley Minera España S.A., filial de la compañía australiana Berkeley Resources Ltd., en la provincia de Salamanca. Combustible para las centrales nucleares, una energía del siglo pasado sin más futuro que ventajosos réditos para las compañías eléctricas. A cambio, destrozarán una vasta extensión de más de 4.500 hectáreas de dehesa protegida para su extracción y procesado en los términos municipales de Retortillo, Villavieja de Yeltes y Alameda de Gardón, en las que serían las únicas minas de uranio permitidas en Europa a través de los proyectos “Retortillo-Santidad” y “Alameda”.
 
Como en las selvas africanas o sudamericanas. Una vez vendida todo nuestro litoral marino al ladrillo, ahora vendemos los recursos naturales.
 
Este proyecto minero es uno de los muchos que han proliferado en la España de la crisis económica y sería la única mina de uranio de Europa. Para llevarlo a cabo habría que arrancar 25.000 árboles de especies autóctonas como robles, alcornoques y encinas.
 
Mina de uranio.
 
La minería de uranio conlleva grandes impactos ambientales y de salud pública. Además, también hay un riesgo adicional: el enterramiento en la propia dehesa de los residuos, que están catalogados como radioactivos de primera categoría.
 
A cambio, Berkeley Minera España S.A. promete 200 empleos y se anuncia como la gran solución a los problemas económicos de la comarca. Nada dice de cuántos miles de puestos de trabajo pueden ponerse en peligro en otros sectores productivos.
 
No podemos permitirlo, y por eso la Plataforma Ciudadana contra la Mina de Uranio en Salamanca ha iniciado una recogida de firmas en Change.org que en ocho meses ha recogido ya más de 100.000 firmas. Porque bien como dicen sus promotores, “tenemos que parar este proyecto minero y enviar un mensaje claro a nuestros gobernantes: no queremos un modelo económico basado en industrias altamente contaminantes y perjudiciales para nuestro entorno”.
 
Por César-Javier Palacios

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