Stop
Uranio da a conocer un estudio científico de dos prestigiosas universidades
norteamericanas que vincula proyectos mineros como el de Berkeley con los
riesgos para la salud humana
El
texto, avalado por la División de Toxicología del Departamento de Medicina
Preventiva y Salud Comunitaria de la Universidad de Texas y el Departamento de
Medicina Preventiva y Social de la Universidad del Estado de Nueva Yok hace una
evaluación de los riesgos derivados para la población local de la exposición a
proyectos de minería del uranio que incluyen procedimientos de trituración y
molienda, concluyendo que "existe un aumento del riesgo para la
salud" y que "algunos de los problemas de salud pueden ser
relacionados con la exposición a los contaminantes radioactivos" derivados
del proceso.
Mina de uranio a cielo abierto.
El
estudio, bajo el título "Monitorización de la población: experiencia
con residentes expuestos a los residuos de la minería del uranio / molienda",
integra las mediciones de exposición con el análisis de biomarcadores validados
para proporcionar una información más fiable para la evaluación de riesgos y
prevención de enfermedades, utilizando un enfoque multidisciplinar para
dilucidar los riesgos potenciales para la salud de la población que vive
alrededor de las instalaciones de minería/molienda de uranio.
En
el mismo, se analizaron muestras ambientales de Uranio-238 (238U) y las
concentraciones de isótopos de plomo mediante tecnología de espectrometría de
masas y se recogieron muestras de sangre para el análisis citogenético, con el
objetivo de detectar mutaciones a nivel cromosómico que pudieran derivar en
problemas para la salud.
Finalmente,
se encontró que las concentraciones de Uranio-238 (238U) en las muestras de
suelo de los entornos mineros fueron "significativamente más altas que
en las de las áreas de control", lo que indica "la
contaminación del medio ambiente por las actividades de minería/molienda",
concluyendo que los residentes locales que han estado expuestos a diario "a
bajos niveles de contaminación radioactiva de las actividades de
minería/molienda" tienen "más aberraciones cromosómicas que
los controles" y "una respuesta significativamente anormal en
la reparación del ADN en comparación con las células de la misma población de
control".
En
conclusión, la contaminación ambiental derivada de los entornos donde se
desarrollan proyectos de minería de uranio que emplean procedimientos de
trituración y molienda en el procesado de mineral "es consistente con
los efectos genotóxicos observados en los residentes" de las zonas
aledañas, aumentando el riesgo y que "algunos de los problemas de salud
pueden ser fácilmente relacionados con la exposición a los contaminantes
radioactivos", como el riesgo de contraer determinados tipos de
cáncer.
PARA
STOP URANIO, LA SALUD DE LA POBLACIÓN NO ES NEGOCIABLE
Para
la Plataforma contra la mina de Uranio, este y otros estudios médicos confirman
una vez más la inviabilidad del proyecto de Berkeley en las comarcas
salmantinas y la tremenda irresponsabilidad ejercida desde el actual Gobierno
autonómico, que en la práctica está primando la rentabilidad de una empresa
privada multinacional a la salud efectiva de la población, siendo también un
claro mensaje a todas aquellas formaciones políticas que en aras de conseguir
votantes y representatividad apoyan este proyecto minero de manera interesada
sin considerar el factor verdaderamente esencial, como es la protección de un
medio ambiente sano para vivir.
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