Carta abierta a Felipe VI
PALABRA DE REY
(“El Príncipe se
ha comprometido con el desarrollo sostenible durante su reinado...” Diario
El País, 5 de junio 2014. Día Mundial del Medioambiente)
Majestad.
Somos
gentes cansada y muy vieja, pero, por encima de todo, amamos nuestra tierra. Y
sepa, Señor, también, que aquí resistimos, varados en este rincón de España en
el que la fe es el olvido, apartados cómo barcos para el desguace en una isla
desierta.
Sepa,
Majestad, que por aquí hace ya tiempo que dejó de pasar el progreso; en
realidad no pasó nunca. Sólo tenemos la Naturaleza. ¡Nuestros árboles! Esos que
hemos mimado y cuidado con nuestras manos cada día de su vida, generación tras
generación. ¡Y ahora quieren arrancárnoslos! ¡25.000 de un solo golpe! Amén de
otros miles que irán poco a poco muriendo, abatidos por la radiactividad.
Majestad,
las encinas y robles de nuestra tierra son nuestra vida; a estos árboles los
queremos como se quiere a los hijos. A ellos hemos dedicado nuestras fuerzas y
anhelos... Olivándolos,
desmochándolos, vigilando su salud para que no los dañasen las plagas... Sólo
cuando alguno moría, lo arrancábamos. Ellos, a cambio, nos dieron la leña y el
carbón para el fuego, las bellotas para los cerdos, el majadal para las vacas y
las ovejas; el oxígeno para respirar y vencer el ahogo que, por ejemplo, ahora
sentimos por tanto abandono. Pero resulta que llega, sin avisar como antaño
hacía La Peste, lo que ahora se llama Progreso
—que aquí podría traducirse por Destrucción— y nos vemos solos y viejos,
apenas con fuerza para luchar contra la sinrazón..., esa empresa minera
australiana que quiere, Majestad, arrancar nuestros árboles para explotar una
mina de uranio a cielo abierto. Y a nadie le interesa esta tierra; una tierra
que desde lo más remoto de los tiempos fue manantial de la vida e inspiración
de millones de sueños.
Ahora,
a nuestros bosques milenarios de encinas, alcornoques y robles, surcados por
ríos y arroyos de aguas templadas y cristalinas, quieren matarlos. ¡Quieren
matarnos los árboles y con ellos la vida, Señor!
Majestad,
incluso podríamos aceptar el sacrificio y soportar en silencio que nos
arrancasen los árboles si esto sirviera para dejarle algún beneficio a nuestro
país... Aceptaríamos humildes la muerte de nuestros bosques si ésta redundase
en riqueza para España. Pero no va a ser así. La riqueza que, dicen, hay debajo
de sus raíces en forma de mineral de uranio apenas supone unos cientos de
millones de euros y estos irán a parar en su mayor parte a las arcas de los accionistas
de la minera australiana Berkeley, S. A.
Durante
10 años, afirman, en una primera etapa revolverán las entrañas de una extensión
de terreno de 5
kilómetros de largo por uno de ancho y 200 metros de
profundidad para robarle a la tierra la vida. Sí, robarle la vida, porque a
cambio de engordar su negocio sembrarán muerte en forma de polvo radioactivo
que irá cubriendo los bosques en muchos kilómetros a la redonda; envenenarán
las aguas del río Yeltes que hoy discurren limpias y puras, camino del Duero,
para acabar con decenas de especies de aves, animales salvajes y peces;
algunos, como la sarda salmantina, endémica de estas tierras, desaparecerá.
La
mina de uranio a cielo abierto que Berkeley pretende explotar en los términos
municipales de Retortillo y Villavieja de Yeltes (Salamanca), Majestad, ocupa
terrenos protegidos por la Red Natura 2000 que salvaguardan las leyes de la
Unión Europea. Y apenas está, además, a unos centenares de metros del balneario
de aguas termales de Los Baños de Retortillo al que cada año acuden, desde hace
un siglo, miles de personas (más de 25.000 estancias anuales) a aliviar sus
dolencias. ¿Vendrá alguien a este remanso de paz y salud que es ahora Los Baños
cuando los barrenos, las explosiones, las escavadoras, las orugas tractoras,
los miles y miles de litros de ácido sulfúrico que hacen falta para decantar el
uranio, estén actuando a menos de medio kilómetro de dónde reciben atención los
pacientes? Majestad, ¿cómo es posible que haya personas que prefieren
incrementar su riqueza a costa de la vida de los demás?
Retortillo,
Villavieja de Yeltes, Boada, Villares de Yeltes, Pozos de Hinojo, Bogajo,
Bañobarez, Vitugudino... son pueblos antiguos, Señor. Algunos tienen un viejo
castillo levantado hace muchos siglos para defender estas tierras frente al
invasor. Son pueblos fronterizos que siempre vivieron en, por, y de la
naturaleza. Pero el progreso les fue arrebatando a sus hijos que un día
emigraron, primero a Europa y después al País Vasco, a Cataluña, a Madrid...
Hoy son pueblos despoblados y en ellos “sólo quedamos los de plantilla”, que
dicen algunos; todos casi nonagenarios. Si nos envenenan las fuentes, los ríos,
si nuestros bosques se cubren de polvo radioactivo ¿qué nos queda? Señor, no
permitáis tamaña injusticia.
Majestad
debería usted venir a conocernos... Le invitamos de corazón y se lo pedimos con
absoluta humildad y el mayor de los respetos. Y si viene Usted verá que es
verdad lo que aquí le contamos. Comprobará con sus ojos que hoy nuestros
bosques y pueblos son... ¡gracias al abandono sufrido durante siglos! un parque
natural, una maravillosa reserva de la biosfera, un ecosistema envidiable en el
que reina esa paz y equilibro que la naturaleza muestra cuando alcanza todo su
esplendor; podrá comprobar por si mismo, Majestad, que lo único que necesita
esta tierra son programas de desarrollo sostenible, no un proyecto minero de
destrucción que ningún beneficio le aportará a nuestro país.
Si
Usted pudiese darse una vuelta por aquí comprobaría que no hay alma sensible que
no se eche a llorar ante el dislate que la empresa minera pretende cometer. Si
Usted viene, y ve las encinas que quieren arrancar —algunas son tan enormes y
antiguas que no las abarcan varias personas cogidas de la mano—, estamos
seguros que se le escapará alguna lágrima al imaginarse su muerte.
Según
recoge El País, en el acto de entrega de Los
premios europeos de Medio Ambiente a la Empresa 2014, Usted dijo cosas tan
importantes y hermosas como estas: sobre la ecología: “es una fuente de oportunidades, generadora de empleo y riqueza”. Y
también: “Sin ecología la economía limita
su futuro, pues únicamente unos ecosistemas saludables pueden favorecer el
pleno desarrollo de actividades económicas eficaces. Además, el Medio Ambiente
es fuente de inspiración para redefinir estrategias de negocio de innovación,
para crear nuevas empresas y para diseñar nuevos productos o tecnologías”.
Más
alto podría decirlo, quizá, alguna otra persona, pero más claro y rotundo que
vuestra Majestad lo ha dicho, no. El Medio Ambiente y su protección es el motor
más poderoso que tenemos para alcanzar el futuro. Por eso apelamos a vuestra
conciencia ecológica, a vuestro compromiso con el medio ambiente desde vuestra
primera juventud; apelamos a ese deseo, Alteza, que, creemos entender, tiene
Usted de que sea la ecología el motor de esta nueva etapa que se abre para
España con el objetivo de que sea nuestro país un referente mundial en la
protección de la Naturaleza.
Majestad,
esta carta abierta que desde aquí le enviamos es uno de nuestros últimos gritos
de desesperación antes de que como en la invencible Numancia caigan sobre
nosotros bosques las huestes bárbaras de la minería sin control.
En
espera de su respuesta, reciba nuestros respetuosos saludos y la más sincera
enhorabuena por su ascensión al trono.
Fdo. Plataforma Stop Uranio.
En Boada (Salamanca) a 18 de junio de 2014
Y yo que te hacia republicano.
ResponderEliminarViva la República!!!!!!
ResponderEliminar
ResponderEliminar... sembrarán muerte en forma de polvo radioactivo que irá cubriendo los bosques en muchos kilómetros a la redonda; envenenarán las aguas del río Yeltes, ...... para acabar con decenas de especies de aves, animales salvajes y peces...
¿Realmente te crees eso que has escrito? ¿Piensas de verdad que es eso lo que pasó en Saelices?
¿Supones que el nuevo rey es tan imbécil como para creerse esto que le escribes? ¿Crees que no tiene cultura suficiente para ver que estas superexagerando?
Para que te vayas enterando un poco. Aquí tienes las conclusiones de un estudio epidemiológico realizado por el Consejo de Seguridad Nuclear -al que tantos aplausos le habéis dado últimamente- acerca de las incidencias de las radiaciones en las poblaciones cercanas a algún emplazamiento relacionado con estos temas (en el estudio entran Juzbado y Saelices y todos los municipios situados en un radio de 30 kilómetros de ellas, entran por tanto Retortillo, Villares, Villavieja, Bogajo,...)
- Las dosis estimadas acumuladas que habría recibido la población de las áreas de estudio a causa del funcionamiento de las instalaciones son muy reducidas, y están muy por debajo de los niveles que podrían afectar a la salud de las personas.
- No se ha detectado un incremento de la mortalidad por cáncer asociada al funcionamiento de las instalaciones.
- No se han detectado incrementos de mortalidad por cáncer debidos a la radiación natural.
Cuando el nuevo Rey pida información -si es que se digna interesarse por esta cuestión, cosa que dudo- acerca de las consecuencias de la mina al Consejo de Seguridad Nuclear, ¿tu qué crees que este organismo le va a contestar? Pues la conclusión de su estudio. Que la incidencia es mínima o casi nula.
Mira, haces bien en defender tus ideas, pero debes hacerlo con verdades y no con suposiciones. Eso que tu cuentas no va a ocurrir, bien porque no se abra la mina por cuestiones económicas (precio del uranio) bien porque aun abriéndose las condiciones de seguridad exigidas por la administración hoy día no lo van a permitir.
Por cierto, ya te he dicho en alguna ocasión que las aguas del Balneario son radiactivas, pero parece que, para ti, esa radiactividad es buena. Esa no hay que airearla. Esa no se puede publicar. La mala es la de Berkeley. ¿Verdad?
Hay gente que podríamos apoyaros en algunas cosas, pero tenemos miedo de vuestro radicalismo y vuestras exageraciones. Con vuestra actitud nos estáis dejando fuera.