Al igual que años anteriores, la noche víspera de San Juan, 23 de junio, Boada prepara su hoguera para quemar en ella todos los malos presagios y hechos ocurridos en el último año.
Una luna llena y resplandeciente de manera especial, comenzó a brillar el ponerse el sol.
La gran hoguera, ya en reposo, quemando sus últimos restos. En ella fueron depositados infinidad de papeles con escritos de los presentes.
Tras realizarse el conjuro, una mujer disfrazada de bruja preparó como a la antigua usanza una estupenda queimada.
Ardiendo el alcohol de la queimada.
Fin de la preparación. Los presentes, ya con vaso en mano, esperan para probarla.
Después se sirvió un rico y abundante chocolate para todos, acompañado con ricos bizcochos, bollos y tartas caseras.
A los más pequeños, tampoco les amarga un dulce.
Más de cien personas, se congregaron alrededor de la hoguera y siguieron todos los ritos.
Algunas de las mujeres, que año tras año y con mucho entusiasmo, se encargan de todos los preparativos. MUCHAS GRACIAS.
Después de la hoguera, la noche terminó en tertulia en los bares de Boada.
Este grupo, aún se animó a jugar una partida de cartas.
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