AGUSTÍN RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
PREGON DE FIESTAS PATRONALES DE BOADA 2011
Es para mi un honor y toda una responsabilidad ser el pregonero de las fiestas de mi pueblo y por ello solo puedo tener palabras de agradecimiento tanto al Alcalde, MATIAS, como a su corporación municipal y a todos los vecinos y vecinas tan grande halago.
Muchas han sido las intervenciones publicas que he desarrollado, pero ninguna me inquieta tanto como esta, me resulta muy difícil tener que hablar de mi pueblo e intentar, sin que llegue a resultar un pregón largo, decir todo lo que siento y todo lo vivido sin olvidar nada ni a nadie; pero es mi compromiso y lo intentare.
No fue este mi pueblo de nacimiento, pero siempre me sentí BOADENSE, no en vano solo de aquí recuerdo infancia y como casi todos y todas de mas o menos mi edad, tienen en su carácter y forma de ser el haber sido acariciados solo nacer por las mismas manos, las de Don MANOLO y las de la Sra. Emilia, y aunque solo sea por contagio de mis tres hermanos y hermanas pequeños, yo me siento igual.
Es imprescindible que en este momento me acuerde de mis padres, además quiero hacerlo, pues es a quienes debo todo lo que soy y a los que espero no haber defraudado nunca ( aunque tengo que reconocer que no siempre fueron alegrías lo que les di); ellos solo me pidieron que fuera buena persona, trabajara y nunca olvidara quien soy y de donde vengo, supiera perdonar y ayudara en lo que pudiera a los que de una u otra forma me lo solicitaran. De la misma forma a mis hermanos, Colas, Mati, Mari Carmen y Ana, los cuales tengo la suerte de poder disfrutar hoy aquí, salvo Colas que esta bastante lejos; pero todos hemos sido educados de la misma forma y llevamos a BOADA con orgullo y pasion por donde quiera que vamos.
También he de reconocer que salí muy pronto del pueblo; a los catorce años me fui a Zamora a estudiar a la Universidad Laboral durante dos años, luego otro en Salamanca y otro en Valladolid; para volver y hacer la mili en la Cruz Roja. En 1982, teniendo solo veinte años, me casé con ISABEL en Martín de Yeltes quien me ha hecho muy feliz desde entonces. De nuestro matrimonio nació una hija, ESTEFANI, que lo es todo para nosotros y la cual se encuentra de vacaciones.
De mis hermanos tengo cinco sobrinos y sobrina que adoro; un montón de tíos y tías, primos y primas, (unos residen aquí pero la mayoría no) y que a pesar de todos los acontecimientos que la vida nos depara y de posturas mas o menos intransigentes, los quiero y saben que, como me enseñaron mis padres, pueden contar siempre conmigo. No quiero olvidarme de mis abuelos, Mundo y Matías, quienes cada uno a su manera me guiaron y aconsejaron; abuelas por desgracia no conoci.
A pesar de que no haya vivido tanto tiempo en el pueblo como la mayoría de mis amigos, tengo innumerables recuerdos que seria imposible relatar ahora sin volver a vivir otra vez ese tiempo, que me forjo y marco para siempre. En esto mucho tuvieron que ver los maestros que tuve, Dña. Nieves, D. José Manuel, D. Juan y alguna influencia de Dña. Conchi, y que ayudados por mis padrinos a los que no quiero dejar de recordar esta noche por haberlos querido como verdaderos tíos; Agustin y Hortensia, asi como a todos sus hijos, hicieron de mí casi lo que soy, pues algo habré aprendido yo ( aunque sea a golpe de errores) y algo habré estropeado tambien.
Puesto a recordar andanzas y lugares, lo primero que se me viene a la mente es la estación del tren como lugar de juegos, que por su lejanía del pueblo, nos daba esa libertad que de otra forma no teníamos, y que a pesar de todo, no sé de que manera todo lo que hacías de inmediato se sabia en casa, y que como casi siempre, suponía una regañina, galleta o castigo. Es difícil olvidar esas tardes de invierno o verano jugando en la plaza, en el portalillo de la iglesia, en el juego de pelota, en la charca nueva, en la casona de Justi el cartero, cuartel preferido para policías y ladrones o por todo el pueblo al escondite; cuando esto no ocurria siempre encontrabamos la casa de alguno o lo mas socorrido, algun corral donde hacer fechorias o simplemente jugar con cualquier artilugio inventado por nosotros mismos.
Uno de los valores que hoy recuerdo de este nuestro pueblo es la libertad de movimientos que teníamos, sin miedos, pues cualquier persona mayor te tutelaba o, te reñía si entendía que no estabas haciendo lo correcto. Cosa que acatábamos de inmediato sin rechistar y que era aceptado como una aportación mas a la educación, lo que en definitiva creaba un profundo respeto por las personas mayores y sus consejos.
Mi infancia fue muy normalita en lo que recuerdo, ir a la escuela y después jugando cuadrillas de chicos juntos, a canicas, carreras de chapas, peonzas, fútbol o con la bici si no la tenia ocupada alguien de casa. Por aquel entonces había algo que era de obligado cumplimiento a esa edad; si querias que despues te dieran la paga para acudir donde mi Tia Nina o donde la Sra. Consuelo a comprar chucherias, pero siempre se podia disponer de mas, si eras monaguillo, y D. Joaquin, que por lo que se oye en otros sitios era un cura que marcaba diferencia por generoso, te daba la otra paga. Yo no fui monaguillo mucho tiempo, pero es de justicia recordar a D. Joaquín como un sacerdote muy amigo de los niños, a los que nunca faltaron los regalos de reyes si eras monaguillo, sus charlas y aguantar alguna que otra regañina si no sabias las cosas; con los mas cercanos se le podia escapar alguna torta, cosa que no me ocurrio.
También de esta época recuerdo con especial cariño las tertulias de las noches de verano al fresco, donde se juntaba el vecindario y se contaban las cosas del DIA y batallitas antiguas.
De la misma forma recuerdo las tardes de costura donde nuestras madres aparte de hacer y comentar, nos cuidaban a los mas pequeños y a la vez nos tenían a mano mientras hacíamos los deberes para la escuela; sin olvidar que los hombres también tenían su lugar de reunión aparte del bar, la piedra mentirosa, a la que por todo lo que sabe y guarda, habría que tenerla en un lugar de referencia.
En este periodo de juegos quiero mencionar algo que duro mas tiempo del que yo disfruté y que seguro casi todos recordamos, lo recuerdo con sumo cariño, y es que cuando estábamos todos juntos jugando bien en la plaza o en el juego de la pelota, rápido sabíamos las horas de comer o cenar; empezaba la Sra. Rafaela, la seguía mi madre y continuaba la Sra. Cipri o al contrario según donde estuviéramos, con sus potentes voces llamando a los suyos y nos enterábamos todos.
Conforme fui creciendo, las compañías se acercaban mas a la edad, y así te movías entre las personas de la quinta y algunos de la mayor y otros de la menor.
Los míos los quiero mencionar, recordando que no todos coincidimos en la entrada en quinta por las circunstancias de cambios en las fechas; ABI, ALI, ALICIO, ARTURO, COLAS, FELI, JULIAN, MATI, PILI, ROBER Y YAYO, mas los que se marcharon a vivir fuera con mas antelación como ANGEL (pulsos ), YAYO ( mi primo ), MARIA DEL MAR Y MANOLO (corijo ), y desde aquí felicitarlos a todos porque este año se cumple nuestro cincuenta aniversario.
No voy a mencionar a los demás por que seria injusto dividiendo quintas u olvidando a alguno por descuido.
En estas edades las inquietudes eran otras distintas y las fechorías y juegos también, pues ya empezábamos a fumar y compartir cigarrillos, asaltar algún huerto, los melocotones del Sr. Chaparrita y los membrillos de mi tío el Gallo, así como melonares.
También comenzaron los primeros escarceos con amigas y a pasar penurias a la puerta del baile y esperar que se despistara el Sr. Juan Ignacio y colarnos sin pagar; aunque después ya como socios podíamos entrar e incluso poner discos.
después de todo esto cada uno fuimos trabajando para forjar nuestro futuro, hoy yo soy ferroviario, aunque mi dedicación esté en otras actividades; LAS SINDICALES.
De la misma forma que en todo este tiempo te marcan cosas buenas también tengo recuerdos que me han dejado huella y que se corresponden a personas que ya no están entre nosotros; quisiera mencionar algunos y que su recuerdo sirva para todos los que no mencione;
TERE, MANOLI Y JOSE (hijos de Manolo y Esperanza), PEPE herrero, QUINTIN, ERNESTO el de Manuela, DOMINGO Madruga, mi vecina CHON, MILAGROS, JUAN EMILIO, ALBERTO PLAZA, JUANMA, ROSI, ANDRES VARAS, “ mi tío por que así lo siento” MIGUEL MAZA y mi tía LAURA………..
Pero si algo tiene este pueblo es que sabe sobreponerse a todas las dificultades y mostrar su mejor cara y gesto; el mejor ejemplo lo tenemos en el Sr. Manolo y la Sra. Esperanza, quienes después de sobrevivir a tres hijos que perdieron de forma escalonada, siempre tuvieron signos de agradecimiento y una sonrisa en la boca para el que la necesitara.
Nuestra historia, aunque reciente, así nos lo ha enseñado y desde 1905 para acá, BOADA ha sido una constante lucha por hacerse con patrimonio, cultura y un futuro de esperanza. Ha sabido infundir en todos sus habitantes esa forma de hacer las cosas con unidad y en beneficio de todos. Ejemplos recientes son, que sin ser un pueblo rico, dedicado a la ganadería, agricultura y monte, tiene estupendos servicios a los ciudadanos, unas instalaciones deportivas y de ocio fabulosos, calles, edificios públicos, un torreón del reloj referencia comarcal, una iglesia muy bonita y cuidada, un Ayuntamiento moderno y servicial, y una residencia de mayores que solo con gran esfuerzo y tesón y buena gestión, se puede llegar a tener.
BOADA es un pueblo hecho así mismo y por ello quiero desde aquí rendir mi pequeño, pero sentido homenaje a los tres alcaldes que he conocido y que nos han representado durante tantos años y tanto han hecho por que hoy todo lo mencionado y más, sea una realidad; D. MANOLO, mi tio MIGUEL Y MATIAS.
Esta manera de hacer las cosas, de sentir el pueblo y de ser una familia ( aun con las riñas caseras), es lo que hace que todos aquellos que estamos fuera y aquellos que se nos han acercado de otros lugares reconozcan aquí y por donde quiera que se encuentren que BOADA ES UNA DE LAS TRES CAPITALES DEL MUNDO.
En este pueblo nadie se sintió nunca extraño, nadie pudo decir que no encontró una puerta abierta, una mano para ayudar y una facilidad de integración como no he conocido en ningún sitio (y no tengo queja de los municipios donde he vivido o vivo), pero BOADA es diferente, todo el mundo se sintió invitado a participar en la actividad del pueblo; aquí se podia venir sin dinero y no sentirse fuera de lugar, alternar no era problema y siempre estuvo abierto a todos los municipios de la comarca, (pocos pueblos cercanos pueden presumir de tener matrimonios donde cada pareja es de un sitio distinto y me remonto a cincuenta años atrás, pues hoy esto no tiene merito).
Todo esto es producto de la hospitalidad y generosidad que aquí se atesora y también a todos los que fuera nos mostraron y vendieron tan bien; por sus negocios, sus labores comerciales, sus trabajos lejos de aqui o simplemente por ser como son; aquí, quiero reconocer esa labor en una persona que engloba a todos y que fue reconocida por donde estuviera, VICTOR CACHARRETE, quien contribuyo con su alegria y picaresca, de forma importante, dentro y fuera a ser identificado con Boada y venderla a todos.
En este pueblo las fiestas son signo de identidad, fechas de unidad familiar y de marcado regreso de hijos del pueblo, pero sobre todo de alegría contagiosa que hace que todo el mundo se incorpore al sarao; ¿ quién no recuerda en tantos años un baile, cante o ágape que no estuviera animado por el difunto OVIDIO, MACOTERA o ANDRES MORICHE? ¿Dónde quitando Ciudad-Rodrigo se pudo disfrutar y participar de los carnavales como aquí?.
Las fiestas aquí son grandes por que son de todos, para todos y hechas con colaboración de todos.
He de mencionar a las peñas que con sus disfraces, carrozas y trabajo desinteresado nos dan ejemplo de ciudadanía e implicación en lo que después todos disfrutamos, sirviendo de ejemplo a los mas pequeños en el seguimiento de tradiciones y en que sientan Boada como lo que es.
Con este acto de hoy comienzan las fiestas de 2011, que durante estos tres días tienen que ser el acicate que nos haga olvidar todo aquello que en algún momento nos preocupó, donde jóvenes y mayores disfrutemos al máximo, donde seamos ese ejemplo de hospitalidad y alegría que siempre hemos sido.
Para terminar solo recordaros una cosa, DIVERTIROS AL MAXIMO, RESPETANDO Y ACTUANDO CON MODERACION, SIN QUE LOS EXCESOS NOS IMPIDAN RECORDAR ALEGREMENTE ESTAS FIESTAS.
¡¡¡VIVA BOADA Y SU GENTE ¡¡¡¡
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