10 de junio de 2009

Mi fiel compañero. Bizcocho es maravilloso.












Quiero enseñaros a mi perro, mejor dicho el de mi hija Laura, pues paso muchas horas al día desfrutando de su compañía.
Tiene 15 meses y demuestra una vitalidad que contagia. Si está suelto me acompaña donde vaya y si entro en un lugar donde no puede estar, como Iglesia, panadería o bar, pués se queda esperando a la puerta. Como ejemplo os diré que el domingo me acompañó a Misa y se recostó a la puerta porque yo me pongo en un banco que se ve desde la entrada, no se movió de allí ni ladró pues me veia, pero cuando llegó el momento de ir a Comulgar, al ver que dejaba mi sitio, entró y me quería seguir ante el asombro de los demás.
Cuando estamos en casa y comprueba que me calzo para salir, se pone contentísimo y comienza a realizar movimientos de agradecimiento. En el campo es un encanto, sigue todos los rastros, pero sin separarse mas de cincuenta metros de mi. Igual corre detrás de un pájaro, sobre todo cigüeñas, que de las liebres cuando las levanta. Si ve cualquier laguna o rio, espera a ver si lo mando entrar y puede estar todo el tiempo que quieras nadando, le encanta el agua.
En el pueblo, es un compañero para todos, tanto niños con los que juega a correr y quitarles la pelota, como a los adultos a quienes se acerca para que le digan algo. Todos le conocen y le acarician. Bizcocho es un ser mas del pueblo.
Yo no voy a deciros lo que siento por el, pero si quiero que sepais que me hace mucho bién. Una vez me caí en el campo y hasta que pude levantarme permaneció a mi lado ladrando para animarme y llamar la atención a otras personas que pudieran oirlo.




1 comentario:

  1. Parece tipo Golden Retriever, un perro que le gusta bastante el agua. Suelen ser muy cariñosos y obedientes. Me alegro por los dos.
    Saludos.

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