Jornada Mundial por el Cuidado de la Creación.
1 de septiembre de 2022
«Quiero pedirles en nombre de Dios a las grandes
corporaciones extractivas —mineras, petroleras—, forestales, inmobiliarias,
agro negocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, dejen
de contaminar los ríos y los mares, dejen de intoxicar los pueblos y los
alimentos»
Nuestros hijos gritan. Amenazados por un egoísmo miope, los
adolescentes exigen con ansiedad que los adultos hagamos todo lo posible para
evitar o al menos limitar el colapso de los ecosistemas de nuestro planeta.
El estado de degradación de nuestra casa común merece la
misma atención que otros retos globales como las graves crisis sanitarias y los
conflictos bélicos. «Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es
parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en
un aspecto secundario de la experiencia cristiana»
Como personas de fe, sentimos además la responsabilidad de
actuar, en nuestro comportamiento diario, en consonancia con esta necesidad de
conversión, que no es sólo individual: «La conversión ecológica que se requiere
para crear un dinamismo de cambio duradero es también una conversión
comunitaria»
Francisco. Papa.
A ver si los pseudomineros especuladores toman nota...
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