28 de septiembre de 2012

UNA NOTICIA QUE INCIDE EN LA EQUIVOCACIÓN QUE ESTAMOS COMETIENDO EN RETORTILLO APPOYANDO A BERKELEY PARA QUE SIGA CON SU PROYECTO DE MINA DE URANIO A CIELO ABIERTO.



                                           Planta Quercus de uranio, en Salamanca.


España desmantelará su planta de procesado de uranio ante el parón nuclear


Seguridad Nuclear ordena desmontar la instalación de Salamanca
La planta estaba pendiente del precio del combustible atómico, en caída desde 2007

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha ordenado el desmantelamiento y clausura de la planta Quercus de fabricación de concentrados de uranio, en Salamanca. La planta estaba sin actividad desde 2003, pero la empresa pública del uranio, Enusa, había conseguido una serie de prórrogas ante la posibilidad de que el renacer nuclear hiciera atractiva la minería del uranio en España. La clausura y desmantelamiento de esta planta supone un duro golpe a las expectativas —si alguna vez fueron ciertas— de volver a extraer uranio en España, según los ecologistas.

La planta Quercus está en el municipio de Saelices el Chico. Desde hace nueve años no produce los concentrados de uranio que utilizan las centrales nucleares españolas. En lugar de producirlo aquí, Enusa importa el uranio y en la planta de Juzbado (Salamanca) lo ensambla en las varillas que luego queman los ocho reactores nucleares españoles y que producen el 20% de la electricidad.

En 2005, Enusa decidió desmantelar la planta. Después, y ante la subida de precios del uranio, optó por posponer la decisión. En 2007, el precio del uranio estaba disparado ante un eventual renacer nuclear. El seis de junio de ese año llegó a cotizar a 138 dólares por libra. Eran los años en los que los anuncios de nuevas centrales nucleares se sucedían y España, pese a tener un presidente antinuclear, apostó por esperar y ver.

En 2008 aterrizó en España la empresa minera australiana Berkeley, que consideraba que en Salamanca había yacimientos de uranio aprovechables. Eran los mismos que Enusa había dejado de explotar por su baja rentabilidad, pero con el precio disparado no era descabellado.

Enusa suspendió sin fecha el desmantelamiento y fue logrando sucesivas prórrogas del CSN. La planta Quercus era relevante para los planes de Berkeley porque permitiría tratar el uranio si finalmente lo extraía. La relación entre ambas se enredó con una reclamación millonaria, aunque el pasado mes de julio las empresas sellaron un acuerdo por el que Berkeley renunciaba a sus derechos para la gestión de la planta Quercus y se quedaba con otros yacimientos.

El CSN se ha cansado de prórrogas y el pasado 12 de diciembre, su pleno decidió no otorgar una nueva extensión del plazo y da tres meses a Enusa para que presente el plan de desmantelamiento.

Un portavoz de Berkeley asegura que la decisión del CSN no afecta a su negocio: “No influye en nuestro proyecto. Seguimos adelante”. Y añade que ellos necesitarían una planta entre 2,5 y 3 veces mayor. Este diario intentó, sin éxito, obtener la versión de Enusa.

El responsable de Energía de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, considera, en cambio, que es un varapalo: “Estaban esperando a ver si el precio del uranio hacía rentables las instalaciones y la planta Quercus era de lo más moderno que tenía Enusa para fabricar concentrados”.

Según Castejón, la cifra que manejaba el sector para que la producción en España volviera a ser apetecible era de 100 dólares por libra. Sin embargo, el accidente de Fukushima hizo caer el precio otro tercio y ahora ronda los 46 dólares, menos de la mitad de la cifra de Castejón.

elpais.com 28/09/2012.

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