6 de febrero de 2019

BERKELEY: AGENCIA FINANCIERA, NO COMPAÑÍA MINERA.

Berkeley: una oficina de inversión que busca rentabilidad sin nada real detrás
 
Lo único tangible relacionado con Berkeley ha sido hasta el momento la destrucción de más de mil encinas, y un agujero de considerable tamaño en el terreno que ocupa.
 



 
 
La poca información existente en internet muestra que Berkeley se constituyó en Australia, hacia el 2006. El 7 de noviembre del mismo año aparece una sola referencia empresarial, un informe para operar en la bolsa de Londres que detalla los contratos de servicio y la remuneración de los directivos, y hace referencia a la compañía nuclear francesa Areva como “aliado estratégico”; en ese informe ya se menciona Salamanca. Entre el 8 de mayo y el 9 de junio de 2009, la empresa lanza la oferta de acciones sobre el “proyecto Salamanca” y, tras la separación de Areva, en enero de 2010, aparece otro informe que indica que Berkeley vuelve a constituirse el 27 de noviembre de 2014, nuevamente en Australia, con un documento aprobado por los accionistas en que no se mencionan minas, uranio, ni nada concreto. Los informes anuales de 2008 a 2018 que se pueden consultar en su página web no aportan nada significativo, fuera de la lista de accionistas.
 
A pesar de que se presenta como “Berkeley Energía”, la supuesta “compañía” parece más una agencia de inversión con un solo “activo”: el “Proyecto Salamanca” y las acciones que le respaldan. Es significativo que, pese a que el nombre oficial sea Berkeley Resources Limited, las denominaciones con las que figura en Internet hayan ido cambiando a lo largo del tiempo (www.berkeleyresources.com.au, www.berkeleyenergy.com y, finalmente, www.berkeleyenergia.com ). En las webs que informan de la evolución de sus acciones, la compañía se define:
 
“Berkeley Resources Limited se dedica a la exploración, evaluación y desarrollo de propiedades de uranio en España. La propiedad emblemática de la compañía, el proyecto Salamanca, que consta de los depósitos Retortillo, Alameda, Gambuta y Zona 7, así como otros depósitos satélites, se encuentra en el oeste de España. Berkeley Resources Limited tiene su sede en Perth, Australia”.
 
La elección de palabras no es casual y ayuda a valorar el alcance del conflicto. No estamos ante una empresa minera con explotaciones activas, que puede cerrar un yacimiento si sus resultados son pobres, sino de una oficina de inversión que busca rentabilidad sin nada real detrás. De ahí el oro, el litio, el cobalto, el estaño…. Lo único tangible relacionado con Berkeley ha sido hasta el momento la destrucción de más de mil encinas, y un agujero de considerable tamaño en el terreno que ocupa.
 
Conclusiones

 
Que Berkeley sea una agencia financiera —y no una compañía minera— implica una ventaja y un riesgo en cuanto a la protección del territorio. El riesgo es, obviamente, que al tratarse de economía especulativa se puede mantener una presión continua e incontrolada, “fabricar” subidas de acciones, y aumentar la desinformación durante años, aprovechando la velocidad y la opacidad del “casino global” para construir ficciones sin ninguna base.
 
La ventaja es la fragilidad de estos procesos ligados a la economía virtual y la limitada incidencia que pueden tener en el terreno material, así como la posibilidad de que el “estallido de una burbuja” pueda dar al traste con todas las maniobras. La “empresa” parece haber abandonado las política de maquillaje social: el último movimiento de su campaña para ganar apoyos entre la población se remonta al 3 de septiembre de 2018, cuando presentó las 1.500 firmas recogidas a favor de la mina. Desde entonces sólo se ha dedicado a las finanzas internacionales.
 
La perseverancia explica la capacidad del capitalismo para imponer sus proyectos. Berkeley puede ser desautorizada una y otra vez, y maniobrar desde la ficción financiera para seguir estando presente; esperemos que, a base de insistir, no logre lo que parece un signo de estos tiempos: que la ficción se imponga a la realidad. Frente a la perseverancia del destructor, la tenacidad del defensor, la Plataforma STOP URANIO, es el único obstáculo real en lo que quiera que pretendan.
 
Realmente, si no fuese por la resistencia tenaz de STOP URANIO, y lo que nos enseña, no hubiese tenido sentido escribir este artículo.
 
Miguel Muñiz

1 comentario:

  1. En resumen: una auténtica estafa que se aprovecha de los cazos por detrás de algunos politicuchos y de leyes pre-constitucionales, y encima envenenan y masacran España y sus habitantes.
    Este tipo de estafas organizadas deben ser erradicadas y extirpadas de forma radical, sin miramientos. Son el auténtico cáncer de España.

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