Deseo para el año 2018.
BERKELEY MINERA: "MÁRCHATE, ABANDONA ESTA COMARCA Y DÉJANOS EN PAZ"
Salamanca no se merece figurar en el mapa por contar con la única mina de uranio de Europa. Los salmantinos tampoco nos merecemos unos políticos capaces de vender nuestro territorio por llenarse los bolsillos con el dinero australiano. Debemos luchar para conseguir librarnos de la amenaza que, para nuestro futuro, supone tener al lado una instalación radiactiva que tardará miles de años en perder sus efectos dañinos.
Las distintas Administraciones Públicas no han sido capaces de defender el interés colectivo de la ciudadanía. Han permitido que se destroce una parte de nuestra tierra siendo conocedores que la empresa minera no puede en un futuro cercano abrir la mina, porque no tiene los permisos necesarios para ello.
La energía nuclear tiene sus horas contadas. Tras los desastres de Chernobyl y Fukusima, países como Alemania, Bélgica o Suecia han decidido cerrar sus centrales nucleares por el temor a que se produzcan accidentes nucleares en su territorio. Hoy en día nadie apuesta por la energía nuclear como modelo de producción de electricidad. Si se cierran las centrales nucleares como la de Garoña, ¿Para qué se va a abrir en Salamanca una mina de uranio?
Los distintos lugares del mundo que han albergado minas de uranio han quedado hipotecados para un futuro libre de amenazas. La salud de sus habitantes, su economía, se ha visto mermada por tener en su territorio una instalación radiactiva. La prosperidad momentánea que puede proporcionar la minería sólo dura los pocos años de funcionamiento de la mina hasta que se agoten las reservas que atesora. Después sólo queda desolación y tristeza por el paisaje perdido y la salud dañada.
El Campo Charro ha conseguido sobrevivir a lo largo de la historia con los recursos que produce la dehesa, en perfecta armonía entre los hombres y el espacio natural que les alberga. Por lo que no hay necesidad de explotar el subsuelo en búsqueda del maná prometido por las multinacionales.
Si a los efectos negativos de la minería de uranio, añadimos las dudas sobre la rentabilidad de la mina proyectada, podemos llegar a la conclusión que la incertidumbre sobre el futuro de nuestra comarca no podemos dejarla en manos de una empresa únicamente preocupada por el valor en bolsa de sus acciones.
Berkeley ha conseguido dividir y enfrentar a la población de la zona, pero no podemos permitir que nos robe nuestro porvenir. Nos oponemos a que se instale una mina cerca de nuestras casas, debemos luchar en defensa de nuestra tierra y sus modos de vida, debemos sentir la obligación de que nuestros hijos y nietos disfruten de un territorio envidiable que hemos heredado de nuestros padres y abuelos.
Berkeley ha conseguido dividir y enfrentar a la población de la zona, pero no podemos permitir que nos robe nuestro porvenir. Nos oponemos a que se instale una mina cerca de nuestras casas, debemos luchar en defensa de nuestra tierra y sus modos de vida, debemos sentir la obligación de que nuestros hijos y nietos disfruten de un territorio envidiable que hemos heredado de nuestros padres y abuelos.